Ayer un representante del Foreign Office británico justificó el terrorismo en algunos casos, como en Sudáfrica durante el apartheid, como forma de lucha contra un estado injusto.
Pese a que es cierto que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se habla del derecho a la rebelión contra la tiranía y la opresión ("considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión") (tal como ya defendía la declaración de derechos de la revolución francesa) se debe recordar que en cualquier caso lo primero es la defensa de los derechos humanos de los demás y después el derecho a dar tortas...
La frase del político del Reino Unido, si bien es cierto que en el fondo le servía para jutificar algo que su gobierno usa ahora y ha usado en el pasado y que además no se define en la comunidad internacional de forma certera y precisa (el terrorismo no goza de una definición que haga que todos entendamos en todo el mundo lo mismo por terrorismo como sí lo entendemos por tortura), olvidó que la definición no oficial más extendida es la que supone que terrorrismo es el uso de la violencia con fines políticos contra civiles desarmados (la lucha armada contra el ejército o la polícia como cuerpo militar o policías civiles si van armados no es terrorismo, sino lucha armada) (aunque yo no esté muy de acuerdo con que ello deba ser así).
¿Cree ese experto en política internacional que en ningún caso en Sudáfrica, China, España, Reino Unido o Chile la muerte de civiles desarmados al azar es justificable? Si Dios o la patria te llaman (supuestamente) ¿es razonable poner bombas en los colegios, en los mercados, en las casas de policías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario