07 octubre, 2008

SEMANA DE LA CIENCIA 2008

Llega de nuevo, a mediados de noviembre, la Semana de la Ciencia, una conmemoración que, durante unos días, tratará de acercar a la calle la Ciencia y la Tecnología, esas grandes desconocidas para la mayoría, cuyo conocimiento (y aún el mero contacto intelectual) muchos suelen tratar de rehuir ya desde la época escolar.

Y, sin duda, deben volver las actividades a ella asociadas porque, para qué negarlo, la gente (con cargo público o sin) vive mayoritariamente de espaldas a las mismas, aunque ambas estén con nosotros todos los días, desde el teléfono móvil ó los satélites, hasta las medicinas, las nuevas energías o los nuevos materiales, o nuestros propios vehículos.

Casi parece absurdo celebrar algo que está tan presente. ¿Se imagina alguien una semana del coche o de la televisión? No parece que tengan sentido, pese a la crisis, dada su presencia pública constante. Sin embargo, pese a que la investigación goza, junto a sus resultados, de un lugar a nuestro alrededor mucho más continuo e importante, ello no se suele ver ni valorar. Por ello debemos recurrir a apoyarla, festejándola un poco, para recordar su existencia y facilitar la comunicación de sus avances, así como para estimular su recuerdo y preservación, como igual sucede con algunas especies en peligro de extinción o con algunas grandes cuestiones humanitarias. Curioso.

También vale la pena que comentemos los presupuestos públicos del estado para el 2009. La verdad es que, por una vez, alegra el que, pese a la crisis, se vaya a seguir apostando económicamente por la investigación, aunque en menor cuantía de lo que merece (si hubiera más inversión privada, quizás no sería tan completamente imprescindible el aumento sostenido del gasto público en esta materia en España). Por lo que creemos, no se van a recortar los presupuestos dedicados a ella y, así, los fondos para la investigación, desarrollo e innovación civil crecerán un 6,7% con 8.191 millones de euros (cantidad sensiblemente menor al aumento que experimentó en el 2008, en el que se llegó al 17,4%) La crisis finalizará, como todas, y sin duda, será el conocimiento (y nunca su ausencia) el que nos saque, antes o después, de ella.

Por cierto, ¿qué mejor inicio para esta Semana de la Ciencia y para el Año de la Astronomía, que recordar que los principios del telescopio que usó Galileo tal vez fueran un hallazgo de un gerundense llamado Joan Roget a fines del siglo XVI y no de artesanos holandeses? En esta revista veremos como la posibilidad de que el ingenio óptico que revolucionó la astronomía surgiera nuestro país es algo más que una hipótesis incierta al haber datos que la hacen muy probable.

Alfonso López Borgoñoz
(Publicado en la revista Astronomía, página 5, en su editorial de noviembre de 2008)

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