La semana pasada quise comprar en mi ciudad un dominó, un juego de damas y uno de oca y parchís. No fue fácil. Juegos raros había muchos, pero los citados no los encontré con facilidad. Por suerte, en un bazar chino, había de todo.
Gracias a ellos (a los bazares chinos), puedo jugar con mi hija a juegos tradicionales de aquí, ya que en las jugueterías españolas, ahora, sólo hay juguetes hechos en China...
1 comentario:
Aunque tu entrada me ha hecho sonreir... no es un tema de risa. En pocas líneas has reflejado una realidad ¡sorprendente!
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