En su Blog, Claudi Mans escribe un texto interesante titulado "Es pot divulgar la quàntica?".
Pese a haber ayudado a fundar una revista de divulgación de ciencias del espacio, eso de la divulgación siempre me provoca dudas.
Desde una perspectiva política, creo que es muy importante, ya que el conocimiento científico se debe hacer llegar a la gente, que es quien debe decidir al respecto, dado que en España básicamente es su bolsillo el que paga las investigaciones.
No sólo eso, cada vez el impacto de los descubrimientos científicos y tecnológícos va a influenciar más nuestras vidas (bueno, siempre han influenciado mucho, incluso desde antes de la revolución neolítica -sino nadie se hubiera preocupado de usar el fuego, de la agricultura o inventar el arco y flechas-) y es evidente que los aspectos de bioética, etc. que cada vez más a menudo nos llegan, van a exigir una mayor comprensión de lo que pasa a nuestro entorno para poder optar por aquellas líneas que de verdad y de forma razonable creamos más correctas.
Sin embargo... no es menos cierto que por dentro, a nivel personal tengo otra sensación....
Se puede explicar la "Novena" de Beethoven tarareándola en el metro. No hay duda. Pero no es lo mismo que con orquesta y coros en un auditorio.
Toda divulgación permite saber resultados del trabajo científico o tecnológico, pero eso no es lo más grande de la ciencia o la tecnología. Para mí (cosa personal) lo importante es cómo se llega a éstos resultados.
Me interesa más cómo llegó Colón a América o Amundsen a la Antártida, que el hecho en sí del descubrimiento (no el hecho de América o la Antártida, que son maravillosos).
La naturaleza es así desde siempre y no por obra nuestra. Saber que algo se cae a un cierta velocidad está bien. El cómo lo sabemos es lo que nos hace una especie algo diferente, el cómo podemos hacer leyes generales sobre esas caídas es la 'gran cosa'.
La gracia está en cómo saber cosas sobre lo que nos rodea.
Ese esfuerzo, la dificultad, es la gracia de la ciencia y de ir en bicicleta.
Subir al Alpe d'Huez es diferente a verlo por la televisión. Mirarlo por la pequeña pantalla es lo máximo para mí, pero nunca debo creer que en mi mirada del esfuerzo ajeno está la grandeza, sino en el esfuerzo que hay detrás de cada pedaleo, las horas de entrenamiento, la preparación y un método de trabajo adecuado.
1 comentario:
Y cito: Ese esfuerzo, la dificultad, es la gracia de la ciencia y de ir en bicicleta.
Precioso me ha llegado al alma y me he reido esa es la forma de vivir la vida (y de hacer comentarios que caigan bien)
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