31 agosto, 2007

UN MAL DECRETO YA MEDIO SUSPENDIDO...

Según informaba Carmen Fernández el pasado 27 de junio de 2007 en Diario Médico, la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña había suspendido cautelarmente algunos artículos del decreto que regulaba las llamadas terapias naturales en el territorio catalán, en su parte correspondiente a la regulación de las condiciones para el ejercicio de algunas de ellas por parte de personal no sanitario.

La suspensión no se debía a la defensa de la salud pública ante las serias dudas de la eficacia (nunca acreditada) de todas las prácticas pseudosanitarias (hasta que no se demuestre lo contrario) incluidas en dicho decreto. La razón fue, sencillamente, la petición formulada en ese sentido por un letrado en nombre de la Academia Homeopática de Barcelona y de cuatro médicos homeópatas (!?), ya que los mismos consideraban un riesgo e intrusismo que se pudiera admitir que las mismas fueran practicadas por personas no tituladas oficialmente en medicina Hay que recordar que también han presentado recursos contra esta norma catalana la Organización Médica Colegial (ha pedido suspensión cautelar de la totalidad del decreto), el Colegio de Médicos de Gerona y varios médicos acupuntores colegiados en Barcelona (por motivos similares a los defendidos por los médicos homeópatas). La suspensión cautelar, recurrible, hace referencia sólo a la naturopatía con criterio homeopático pero el abogado que defiende el recurso contencioso administrativo interpuesto cree que el decreto se acabará anulando completamente.

Como se indica textualmente en Diario Médico “A la alegría por la suspensión cautelar parcial del decreto del presidente de la Academia Homeopática, Manel Mateu, se ha sumado la de Isabel Giralt, presidenta de los médicos acupuntores del Colegio de Barcelona, que ha destacado que «el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha comenzado a ver y dar fe de las barbaridades sanitarias de este decreto»”. Curiosamente, para dichos médicos, la barbaridad no fue aprobar un montón de terapias cuyo fundamento sanitario, en el mejor de los casos, no está acreditado debidamente, sino solamente que las mismas –fueran las que fueran- se impartían por personas que no habían pasado por la universidad.

Y, mientras tanto, ¿quién defiende públicamente el uso sólo de las mejores prácticas acreditadas como tales en la sanidad en Catalunya, más allá de ARP-SAPC?


Aun más. Suspensión de una parte importante del decreto catalán de terapias naturales, tras un recurso del Ministerio de Sanidad y Consumo
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendió a finales de julio, de nuevo de forma cautelar, otra gran parte del decreto de terapias naturales de la Generalitat –tras haber suspendido ya en junio los puntos referentes al criterio homeopático-, debido al recurso contencioso-administrativo presentado por el Ministerio de Sanidad, que alegó que la ejecución del reglamento podía suponer un "peligro" para la salud de los ciudadanos. .

Según un despacho de Europa Press, de 24 de julio de 2007, el Ministerio de Sanidad y Consumo de España estaba en contra del decreto de la Generalitat de Catalunya que regula las terapias llamadas (por ellos) naturales debido a que "permitía el ejercicio de competencias y funciones asignadas a los profesionales sanitarios, en particular a médicos y fisioterapeutas, por prácticos naturistas, que carecen de los conocimientos y la formación adecuada", según se indica en un reciente recurso presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Por ello, se pedía la anulación de parte del citado decreto, así como la suspensión de varios de sus artículos hasta que la Sala de lo Contencioso Administrativo de dicho tribunal resuelva el conflicto. Según el Gobierno central, la normativa catalana vulneraría la legislación básica estatal en cuanto a la ordenación de las profesiones sanitarias, centros, servicios y establecimientos relacionados con la salud y medicamentos homeopáticos y plantas medicinales, ya que la actual norma permitiría “el ejercicio de competencias y funciones asignadas a los profesionales sanitarios, en particular a médicos y fisioterapeutas, por prácticos naturistas, que carecen de los conocimientos y la formación adecuada".


Como vemos, el Ministerio que ahora dirige Bernat Soria, el afamado investigador, tampoco entraba en la materia de que lo que primero importa a la salud pública es el tratar de determinar qué terapias son las adecuadas, según se hayan demostrado, y cuáles no –dado que su eficacia no se conoce de forma científicamente demostrable-, sino que se queda en el tema del intrusismo meramente.


Si bien algo es algo (es mejor ser tratado por un titulado superior en medicina que por un práctico, capacitado tras un curso de un par de meses), nuestra duda reside en que si el médico es homeópata, por ejemplo, implica que es incapaz realmente de seguir los pasos adecuados para tratar a sus pacientes, dado que parece no conocer bien los sistemas que permiten validar las terapias a emplear, si defiende dicha forma de pseudoterapia antes que otras que sí se hayan probado. Esperemos que el Ministerio se de cuenta de que además del posible instrusismo, hay más cosas en juego.

(una versión adaptada se ha publicado en 'Primer contacto', sección de J. Armentia de El Escéptico nº 24)

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