06 agosto, 2006

MANIFIESTO
'POR UNA SANIDAD QUE PROTEJA NUESTRA SALUD SÓLO MEDIANTE TERAPIAS DE EFICACIA COMPROBADA'

El Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya publicó el pasado 17 de julio de 2006 un Proyecto de Decreto por el cual se iniciaba el camino para la regulación del ejercicio de unas determinadas terapias, dada la voluntad explícita del Gobierno de la Generalitat de reconocer y regular su ejercicio como actividades orientadas al fomento y protección de la salud y el bienestar de las personas.

Entre las mismas estaban la acupuntura y otras terapias orientales afines (como la moxibustión, el tuina y el chi-kung), unas terapias llamadas naturistas (como la naturopatía y la naturopatía con criterio homeopático), diversas terapias llamadas manuales (como la kinesiologia, la osteopatía y el shiatsu) y diferentes técnicas llamadas manuales (como la reflexología podal, el drenaje linfático, los quiromasajes, la diafreoterapia, la espinología y la liberación holística de estrés con tecnicas de kinesiologia—).

La cuestión es que estando de acuerdo en la necesidad de proteger la salud de las personas, así como de fomentar su salud y bienestar (como no podía ser de otra manera) los abajo firmantes no estamos de acuerdo en el método ahora empleado para ello, que es dando entrada a estas “terapias” cuya eficacia jamás ha sido demostrada y especialmente cuando ello debe servir, tal como se indica literalmente en el proyecto de decreto, para iniciar un preocupante —por poco regulado en los aspectos concretos de comprobación de eficacia—, proceso de reconocimiento de la utilización de otras terapias diferentes de las de la medicina que el decreto llama “convencional” o “alopática” (y que es la que se utiliza en la sanidad pública, la que se enseña en las universidades y la que se estudia y trabaja en los laboratorios de investigación más avanzados), dada la creencia del legislador —no fundamentada en el texto en ningún caso— de que la sinergia de ambas producirá una mejora del bienestar de las personas.

Lo que nos preocupa a nosotros, y creemos que también debiera ser lo único que debiera importar a las autoridades sanitarias, en realidad, es el hecho que hay terapias o tratamientos cuya eficacia ha sido comprobada (reiteradamente) y otras cuya eficacia no lo ha sido (también reiteradamente), pudiéndose decir de ellas en muchos casos que se ha demostrado su falta de eficacia. No importa si son convencionales, alopáticas o de ningún tipo. ¿Está probado que curan? ¿Y en qué dosis? ¿Y con cuales contraindicaciones?

Si cualquier terapia se demuestra que cura, sea la que sea, será incorporada de forma rápida por la medicina en nuestros hospitales. Y ello, tal como se viene haciendo desde hace mucho tiempo gracias al duro y riguroso trabajo de hombres y mujeres amantes de las mejoras reales en la calidad de vida de sus semejantes, con la mente siempre abierta para la aceptación de las mejores prácticas según éstas les eran indicadas por sus estudios, sin importar su país de procedencia ni de trabajo, ni su cultura, ni su religión, ni sus preferencias sexuales, ni su filosofía ni sus creencias políticas.

Es por todo ello, y porque:

A) La base de las terapias llamadas naturales que son objeto de este proyecto de decreto contradicen las de la física, la química, la biología, la farmacología, la medicina, etc., tal como no se ha podido refutar que éstas funcionan y tal como se va demostrando experimentalmente continuamente.
B) Tampoco su práctica ha demostrado jamás eficacia cuando se han hecho ensayos clínicos controlados serios, como se puede comprobar por todos los publicados.
C) Suponen un riesgo para la salud pública el validar por la autoridad sanitaria tratamientos inadecuados e ineficaces a patologías concretas, especialmente cuando las mismas se aplican por personal sin los conocimientos sanitarios adecuados y sin que se hayan estudiado sus contraindicaciones,
D) No existe en el proyecto de decreto un mecanismo de validación objetivo previo de las terapias llamadas ‘naturales’ que aquí se regulan (y de las futuras), más allá de la opinión de los miembros de diversas comisiones.

Que SOLICITAMOS que:

NO se proceda a la aprobación del presente proyecto de decreto por el que se regulan las condiciones para el ejercicio de determinadas terapias naturales, como mínimo, hasta que:
  1. Se presente públicamente a la comunidad científica y a la ciudadanía, por la comisión encargada de su redacción, los ensayos clínicos, investigaciones científicas rigurosas o las mínimas pruebas necesarias que acrediten que las terapias naturales que se pretende reconocer son eficaces, precisándose que las mismas tengan un nivel de evidencia igual al exigido a las terapias que en el texto del presente proyecto se denominan como convencionales, alopáticas u oficiales. El estudio de las mismas permitirá que la comunidad científica pueda ejercer de forma responsable su labor técnica de control de las decisiones políticas mediante la crítica de los ensayos e investigaciones aportadas.
  2. Se proceda a la creación, en lo que respecta a la aprobación de terapias o productos curativos, de un mecanismo de aprobación riguroso y lo más objetivo posible sobre la base de ensayos clínicos controlados que sigan los protocolos que se deben seguir para otras terapias o productos farmacológicos, tal como se acepta en la comunidad científica internacional.
  3. Se redacte, en lo que respecta en concreto a las personas que tendrán la autorización para ejercer dichas terapias, una regulación tal que permita establecer de forma clara las contraindicaciones de cada una de estas terapias, las dosis eficaces de sus aplicaciones y acreditar que en ningún caso podrán perjudicar la salud pública, ya sea por la acción de la propia terapia, como por la omisión del uso de terapias ‘oficiales’ (demostradamente más eficaces) al optar el paciente por otras terapias. No basta sólo con prohibir que los prácticos prohíban medicamentos recetados desde la sanidad pública.
  4. Se avale de forma científica la eficacia y seguridad de los tratamientos que se pretende regular y legitimar, al mismo nivel que los de la medicina llamada ‘oficial’, para poder garantizar siempre a los enfermos las mejores opciones disponibles para su curación.
En el caso hipotético de que fuera imposible atender la solicitud de no aprobar el decreto hasta que se cumplan las condiciones antes citadas:
  • a) Que se modifique el proyecto de decreto, y en el mismo se trate únicamente del mecanismo mediante el cual se puedan llegar a aprobar las diferentes formas de terapia del tipo que sea.
  • b) Que sea posible discutir de forma pública y abierta por la comunidad científica dicho mecanismo de comprobación en sí a partir del borrador que se redacte, para que no pase como ahora, que se tratan de regular terapias sin haber pasado por ningún mecanismo de control previo de su eficacia real (lo que contradice el espíritu del artículo 2.2 del propio proyecto de decreto).
  • c) Que una vez superadas las pruebas de eficacia aprobadas en dicho mecanismo, se regule la práctica de las que las hayan superado, sin que se aprueben de manera previa terapias ni técnicas que no hayan pasado por dicho control.
En el segundo caso hipotético de que también fuera imposible atender las solicitudes a), b) y c) (y no porque estemos de acuerdo en ningún caso con dicha imposibilidad, sino sólo para rebajar el impacto del decreto):
  • d) Rogaríamos que al menos se tomaran las medidas necesarias para minimizar el impacto negativo del proyecto de decreto, como, por ejemplo:
    • d.1) Impidiendo que los centros terapéuticos cuya acción se base en las terapias ‘naturales’ descritas en este decreto (u otras) usen ningún tipo de distintivo del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya (ni de ninguno otro) en su publicidad, en su puerta, en su papelería, que pueda inducir al error de la ciudadanía, tal como los que ahora se pretenden aprobar (art. 16, por ejemplo), haciéndoles creer que la Generalitat avala la eficacia de las terapias que allí se hacen. No se debería poder poner el logo ni sello del Departamento de Salud ni de la Generalitat en ningún caso (deben ser prácticas reguladas como mucho, pero no avaladas ni recomendadas). Recordemos que tampoco los abogados ponen en sus puertas el sello y logotipo del Departamento de Justicia de la Generalitat.
    • d.2) En toda su publicidad e impresos debería aparecer una clara advertencia de que estas prácticas están reguladas por la Generalitat, pero su eficacia no está reconocida ni avalada por la misma, y que las autoridades sanitarias recomiendan el uso de la medicina llamada ‘oficial’ para el tratamiento de cualquier problema relacionado con la salud.
    • d.3) Hacer campañas publicitarias recomendando el uso sólo de las terapias científicas acreditadas aceptadas en la sanidad pública.
  • e) En cualquier caso, se deberá proceder de forma urgente a definir exactamente los mecanismos científico-técnicos de evaluación y aprobación de las nuevas terapias que en el futuro se quieran regular y se deberán aplicar las mismos también a las terapias llamadas ‘naturales’ en este decreto antes de su aprobación, para unificar criterios y verificar la calidad de las mismas de cara a la salud pública.

Castelldefels, 3 de agosto de 2006

ARP-SOCIEDAD PARA EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

(Versión 6 de agosto de 2006)

[El presente manifiesto es un resumen de las Alegaciones presentadas al proyecto de decreto indicado ante el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya el 8 de agosto de 2006, con el Nº 0336E/146.030/2006].

[Se ha cerrado con fecha 31 de diciembre de 2006 la recepción de firmas para suscribir este manifiesto, comprueba los nombres de los que sí llegaron a tiempo en el listado de firmas que incluyo en este enlace]

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Puedo reproducir el manifiesto en mi bitácora? Of course que enlazaré a esta para lo que proceda, es que considero fundamental esparcirlo por todas partes.

Anónimo dijo...

Me adhiero al manifiesto, pero no sé en donde hay que poner los datos ¿aquí?

Alfonso López Borgoñoz dijo...

Todo se puede reproducir y difundir como se quiera, respetando el contenido, obviamente.

Alfonso López Borgoñoz

Anónimo dijo...

Habría que aclarar también que actualmente no existe la medicina alopática. Quien califica a la medicina científica actual de medicina alopática está adoptando desde ya la terminología de los homeópatas.
La medicina "alopática" era la que se guiaba hace doscientos años atrás por el principio de "contrarius contraria curantur", a diferencia de la homeopatía que se guiaba por el principio de "similis similibus curantur".
La medicina científica actual no se guía por "principios" sino por efectividad. En algunos casos utiliza métodos "contrarios" como cuando simplemente se combate la fiebre con hielo. O por similitud, como es el caso de una vacuna. Pero fundamentalmente la medicina actual trata de combatir las causas de las enfermedades, prevenirlas e impedir o reducir los efectos, todo con métodos comprobados. Nada de eso puede mostrar la homeopatía, la acupuntura o las presuntas medicinas "orientales", ya que la medicina no es occidental u oriental sino simplemente científica y efectiva.

Anónimo dijo...

es impresionante la desfachatez y la soberbia de algunas personas que por tener ligeros conocimientos de ciencia se atreven a cuestionar técnicas que sí están demostrada científicamente en determinados casos. ¿que tendrá que ver, por dios, la osteopatía con la moxibustión y la tuina con el drenaje linfático? ¿qué interés hay en mezclar técnicas manuales con supersticiones? informense bien antes de hacer el ridículo

olhadolh dijo...

Padezco de una enfermedad llamada espondiloartritis anquilosante, desde que los medicos me detectaron la enfermedad y durante 3 años tenia que tomar casi a diario unas pastillas para mitigar el dolor y llevar una vida normal. La aplicacion por parte de una profesional de varias de las terapias presentes en el decreto de la Genralitat ( reflexología podal, el drenaje linfático, los quiromasajes, acupuntura) me ha permitido que la ingesta de pastillas y el dolor se reduzca a una vez al mes mas o menos.

Evidentemente no me adhiero al manifiesto

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Bozgoñoz:

Soy una doctorando de biología molecular, con especialidad Biosanitaria y me gustaria saber cuales son todas referencias científicas que usted hace referencia en su manifiesto en las cuales pone explícitamente que las terapias "alternativas" no son funcionales.

Le puedo asegurar, que la base de la farmacopea actual es la fitoterapia, sino vaya a la facultad de farmacia y pregunte por cuantos cursos tienen que dar de botánica, farmacognosia y demás...

Técnicas "esotéricas" como el quiromasaje o el drenaje linfático son herramientas habituales de profesionales de la salud como los fisioterapeutas (aunque puede que usted también considere a los fisioterapeutas como gurús de una tribu africana)

Soy científico y como usted dice tengo una visión rigurosa y seria de la salud, pero rigurosidad , no confunda, no significa estrechez de miras, soy una persona abierta a nuevas terapias siempre que , como usted dice, su eficacia sea demostrada y opino que ciertas terapias de la que usted cita en su manifiesto tiene sobradamente crédito en el mundo de la salud.

La próxima vez que sufra de espalda por su agotador trabajo de oficina (o el que sea) vayase a un quiromasajista en lugar de tomarse una aspirina (que destroza el estómago) y después me responde ya con fe de causa del tema.

Alfonso López Borgoñoz dijo...

Ante algunos de los mensajes, y dado que creo que es bueno siempre tratar, en la medida de lo posible, de explicar las cosas, incluyo aquí algunas puntualizaciones:

a) No se trata de ir contra nadie, sino sólo se trata de indicar que no se debe regular (como trata de hacer la Generalitat de Catalunya) algunas terapias como si su eficacia estuviera demostrada (por eso pedimos las demostraciones de que sí se ha probado su eficacia mediante los sistemas habituales de cita de los mismos, cosa que no se hace) (si las citas y las fuentes de la infomación son correctas, no hay problema).

b) La página original con nuestras alegaciones, citas, etc. está en http://borgonoz.googlepages.com/alegaciones.
Allí, en largo (aunque no en mejor tal vez) se trata de explicar, argumentar y documentar el porqué de la posición de los que participamos en el manifiesto. No se recogieron críticas contra todas las técnicas en su momento por falta de tiempo y debido a que en algunos casos consideramos que no valía la pena, ya que al fin y al cabo, es la autoridad sanitaria la que debe demostrar la bondad de las mismas.

c) Y esa es la cuestión básica. Negarnos a que se apruebe ningún tipo de fármaco o práctica terapeutica cuya bondad real no esté acreditada, y ello corresponde a la autoridad sanitaria. No admitamos ni medicinas ni nada que no de garantías. La cuestión no es negarnos a que existan cosas que curan más allá de lo que nosotros sabemos, sino negarnos a que en temas de salud pública la autoridad sanitaria (ya sean aspirinas o agujas o tratamientos manuales)no documente de forma clara en que se basa cuando regula unas determinadas terapias o medicinas y no otras en un momento dado (ya sean fármacos de unos laboratorios como Pfizer, lo sean de productos homeopáticos como Boiron o de cualquier otro tipo).

d) Pensemos que si la autoridad sanitaria no recomienda la automedicación (medida con la que estamos de acuerdo), mucho menos debe pedir a la gente que decida entre métodos de curación alternativos, llevados estos en muchos casos a la práctica por gentes sin unos mínimos conocimientos de la medicina en general y sin que éstos hayan probado su eficacia.

e) En esta página están las definiciones de las técnicas y la stitulaciones de lo que las llevan a la práctica: http://www.gencat.net/salut/ies/Du11/html/ca/dir1608/doc11131.html y en esta otra página http://www.gencat.net/salut/ies/Du11/html/ca/dir1608/dn1608/terapies_manuasl_competencies_oficial.pdf están en sus apartados 3.5.1.1 y 3.5.1.2 lo correspondiente a drenaje linfático o quiromasajes.

e.1.) Tal como se puede ver y tal como se indica en el manifiesto, las definiciones suelen ser vagas, hablan de energías (sin explicar bien en cada ocasión si hablan del mismo tipo de energías en un caso u en otro), por lo que son preocupantes. No hay referencias a bibliografía científica que avale nada de nada. Todo 'se autoreferencia' o se avala a si mismo. Pero no sólo para nosotros debiera er preocupante que esto se haga así, también para las personas que se dedican al drenaje linfático o a los quiromasajes, o a los acupuntores o homeópatas que ven como se regula su práctica con otras que poco o nada tienen que ver con ellas. Si hay ciencia detrás acreditada, bastaría su cita en el decreto.

f) Reitero, no se trata de negar que algo pueda curar, sino que se debe demostrar que cure. Si esa demostración existe en el caso de materias como el drenaje linfático o los quiromasajes en las revistas médicas habituales, no hay problema en su aceptación. Ninguno.

Alfonso López Borgoñoz

Anónimo dijo...

Como suele pasar casi siempre en esto casos, los "abiertos de mente" se dedican a hacer descalificaciones "ad hominem" sin aportar ni una sola prueba o referencia autorizada. Otros, sencillamente cuentan sus propias anécdotas personales que tienen tanta validez científica como las historias de abducciones alienígenas.
Basta ya de dobles raseros y de aprovechar agujeros legales o el propio papanatismo de los que nos gobiernan. O todos pasan por el mismo rasero del método científico o lo lanzamos a la basura de una puñetera vez y volvemos a la Edad Media y el oscurantismo.
Si eso pasa, yo por supuesto emigro. Aunque van quedando poquitos sitios a donde ir.

Anónimo dijo...

¿Qué deben enseñar ahí...? ¿Porqué pierden el tiempo en la facultad de medicina de Bogotá en impartir cursos de postgrado a los médicos sobre los fundamentos y las aplicaciones de las medicinas alternativas, sobre cómo incoprporarlas a sus prácticas médicas?

Veo muy poco pensamiento crítico en este manifiesto y sobretodo tanta desinformación como la que se denuncia.

http://www.medicinaalternativa.unal.edu.co/info5.html

Anónimo dijo...

A ver si nos enteramos que el llamado "pensamiento crítico" no es más que la excusa de los pseudoescépticos para copar puestos académicos y vivir del dinero de todos.

En la India llevan más de 3.000 años curándose mediante la medicina Ayurveda, con base astrológica, y dicha medicina se estudia en universidades de todo el mundo.

Mentir, falsear, hacer ruido sea como sea: esa es la política de estos pseudoescépticos.

Por cierto, Borgoñoz, ¿no te quedan más hermanos para firmar?