01 febrero, 2006

YA SE ACERCA...

Un paso más. Nos vamos acercando poco a poco a la respuesta a una vieja pregunta de muchos de los que pertenecemos a nuestra especie, quizás —incluso— la cuestión ya se hubiera planteado anteriormente y se remonte a los tiempos en que las noches estrelladas africanas empezaron a fascinar a los primeros homínidos capaces de emocionarse con ellas. ¿Habrán seres como nosotros viviendo allí fuera?

Desde dioses hasta marcianos malignos, los seres humanos han asociado el más allá de la bóveda celeste, desde siempre, con la solución (o el agravamiento) de todos nuestros problemas, esperanzados y aterrorizados por la magnificencia de la visión del cielo. O, simplemente, curiosos por saber si hay seres semejantes, con otras historias, en otros mundos —o seres diferentes, con historias parecidas—.

Algo más de diez años después del hallazgo del primer planeta extrasolar en 1995, ya somos capaces de detectar planetas unas cinco veces mayores que el nuestro. E incluso somos capaces de detectar cometas en torno a otras estrellas, tal como se publica este mismo mes en las noticias. El siguiente paso será la localización de un planeta tres veces mayor, después dos veces, después uno...

Rafael Rebolo ya nos comentaba recientemente en Astronomía los métodos para encontrar exoplanetas y la importancia de su estudio. Tras leerlo, si era de noche, uno sentía la tentación de salir a la ventana y observar la bóveda celeste, con una mirada interrogativa.

Todo va muy rápido. Parecía que no era sino a mediados de la próxima década que sería posible el ver mundos de tamaños tan ‘minúsculos’ como el del nuestro, pero nos vamos aproximando. ¿Será en este 2006? No creo. Quizás en el 2007 o, mejor, en el 2008. Pero está al caer...

Ya se han encontrado unos 160 planetas en otros sistemas estelares, más bien extraños en su mayoría. Pero algunos de ellos son muy similares a nuestros Júpiter y Saturno. Seguramente, las primeras ‘tierras’ extrasolares serán cuerpos que nos planteen muchas dudas, pero a medida que los descubrimientos avancen, iremos encontrando mellizos cada vez más parecidos. El telón de la respuesta a si la vida es necesaria cuando las condiciones son adecuadas o fruto de un azar que se da pocas veces, y si la inteligencia (cualquiera) es sólo una cuestión de tiempo y mutaciones o una rareza en todo un Universo, está a punto de alzarse. Posiblemente, las primeras respuestas —provisionales, como siempre en ciencia, pero basadas en datos comprobables—, ya las empezaremos a tener a finales del primer cuarto de este siglo. Que viaje. Es de noche. Debo salir a ver el cielo de nuevo.

Y, para acabar el mes, el miércoles 29 de marzo, un nuevo eclipse de Sol, esta vez parcial en la península Ibérica. No será el anular del pasado octubre, pero la mitad de nuestra estrella será tapada por la Luna. Una buena ocasión, de nuevo, para maravillarnos con la naturaleza que nos rodea, más allá de los cada vez más estrechos límites de nuestra atmósfera.

Alfonso López Borgoñoz

(Publicado, algo reducido por espacio, en Astronomía, editorial, pág. 3 Marzo de 2006)

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