Tras el voto de ayer de casi un 52 por ciento de los ciudadanos y ciudadanas del Reino Unido en favor de que su estado salga de la Unión Europea, tras un referéndum, se me ocurren un par de cosas (quizás en un rato llegue la tercera):
- Ahora toca más Europa, más federal, más igualitaria y solidaria. Con normas iguales para todos los estados miembros (las ventajas a ciertos estados vemos que no garantizan la unidad), y con respeto desde el inicio a los marcos competenciales de cada estado parte y del gobierno federal, que deben ser innegociables si no es mediante el voto de mayorías reforzadas. Y con respeto a la separación de poderes, con unos poderes ejecutivo, legislativo y judicial que realmente lo sean y que sean independientes entre ellos y de los estados miembro.
- Las decisiones como la del Reino Unido, irreversibles y de consecuencias en los próximos años que no son facilmente previsibles para ambas partes, no se deberían poder adoptar si no es mediante mayorías reforzadas.
- Como lo debió ser, sin duda, su inclusión en la Unión Europea.
- Las decisiones 'muy grandes' deben ser adoptadas tras el apoyo de mayorías reforzadas. La mera mayoría absoluta puede ser el triunfo de una tendencia 'momentánea' como pasa con los gobiernos en cada estado, pero si bien en los estados a los cuatro años el voto puede cambiar, si la tendencia cambia, medidas como las de entrar o salir en la UE son irreversibles por el fuerte entramado de normas jurídicas y de derechos de ciudadanos, de funcionarios europeos, de adaptación legislativa, etc.
- Mayorías reforzadas si se entra o se sale de un 'club', como marcan las normas institucionales básicas de todos los estados europeos para las 'grandes' decisiones.