26 febrero, 2007

EL FACTOR HUMANO

Siguiendo con el recordatorio del aniversario del Sputnik, nos corresponde, dada la actualidad, hablar de la importancia del factor humano en el desarrollo de la astronáutica. Negar el interés del espacio exterior en la ampliación de nuestro conocimiento o para el avance de la tecnología, sería un absurdo. Pero negar su interés militar para muchos lo sería más aún.

Al igual que nos pasó con la destrucción de un satélite por los chinos el mes anterior, la noticia, el pasado 25 de febrero, del ingreso de Irán en el club de los países con capacidad para lanzar cohetes al espacio nos generó antes una cierta preocupación que no la lógica alegría ante el logro, pese a que este nuevo programa, al igual que el nuclear, sólo se desarrolle, según los portavoces tecno-integristas iraníes, “para finalidades pacíficas”.

Negarles a ellos el derecho que por fuerza toleramos a otros en nuestro vecindario sería hipócrita. Pero negar que cuanto más presión tenga una olla más fácil es que estalle, podría ser gravemente estúpido. Es posible creer en una necesidad de Irán de desarrollar su capacidad de enriquecer uranio para finalidades energéticas. Es posible ver en sus cohetes una nueva posibilidad de aumentar la cantidad de gente que se beneficia con la tecnología espacial. Sin embargo, sería bobo no sumar un programa al otro, y no ver como los mismos llevan implícitos una seria amenaza (como la de otros, seguro, pero la proliferación no tranquiliza). Cada vez más dedos podrán oprimir la tecla equivocada. Cuantos más sean, no nos reiremos más.
¿Será la investigación bacteriológica para supuestos fines pacíficos el nuevo programa científico de Irán para el próximo año?

Por otro lado está el caso de Lisa Nowak, la astronauta estadounidense acusada de diversos delitos contra una ‘rival’ amorosa, que nos hace pensar también en este factor humano con inquietud de cara al futuro de los viajes espaciales. Pese a que lo sometamos a mil pruebas sofisticadas, el genio de nuestra especie, en su libertad, es imprevisible incluso a corto plazo. ¿Será posible enviar gente razonable durante unos tres años hacia Marte, en una nave más o menos pequeña, y que antes o después la cosa no acabe como ‘Gran hermano’?

Por último, lamentar la muerte en un desgraciado accidente el pasado febrero de seis personas en Los Silos (Tenerife). Entre ellas estaban Eduardo Delgado, Juan Luis Medina y Maurizio Panniello, miembros del IAC. Desde la redacción de Astronomía nos gustaría hacer llegar a nuestros lectores, a sus familiares y a todos los amigos del instituto canario el profundo sentimiento de desolación que nos invadió al conocer la noticia de la muerte de los tres jóvenes. Su interés por la ciencia, pese a las dificultades que su estudio significa, es, sin duda, una muestra de lo mejor de ese factor humano, cuya grandeza tantas preocupaciones nos comporta a veces.

Alfonso López Borgoñoz

(Publicado en Astronomía, como Editorial, en abril de 2007)

17 febrero, 2007

ECLIPSES DE LUNA EN TIEMPOS DE GODOS

Este 3 de marzo de 2007 hay un eclipse total de Luna, que será muy seguido.

Sin embargo, poca gente sabe que un rey visigodo, Sisebuto, que reinó entre el 612 y el 621, escribió una obra notable sobre estos fenómenos. Dicho monarca, que vivió tiempos convulsos (de guerras continuas, con duras persecuciones de judíos), gustó de la astronomía. Su afición procedía, tal vez, de su período de formación en el monasterio de Agali (Toledo), donde el estudio del cielo gozó del aprecio de sus monjes, amantes del saber de los "antiguos". No sólo eso, también impulsó a Isidoro de Sevilla (560-636) a que escribiera De rerum natura (Sobre la naturaleza de las cosas), obra que alcanzó una gran difusión en Europa. En ella se divulgaba lo mejor del conocimiento de su tiempo sobre lo que ahora conocemos como ciencias naturales.

Sisebuto, tras recibir dicha obra, contestó al obispo sevillano hacia el 612 (seguramente en septiembre) con una carta-tratado, en verso y en latín, titulada Epistula metrica ad Isidorum de libro rotarum (o Epistula Sisebuti), en la que explicaba de forma racional y precisa, sin supersticiones, los eclipses de Luna y de Sol. A partir de entonces, el libro de Isidoro y el de Sisebuto fueron conocidos de forma conjunta.

¿Por qué lo escribió? La razón debió estar en el mismo mes de agosto del 612. El 2 tenía lugar un eclipse parcial de Sol por la tarde (visible como total en el extremo suroeste de la península Ibérica). Quince días más tarde, el 17, se pudo contemplar un eclipse parcial de Luna. Esa coincidencia (y el recuerdo de los otros seis eclipses parciales de Sol y los quince de Luna —más o menos visibles— observados entre el 601 y el 611) debió impresionar tanto a Sisebuto que escribió su obra durante una guerra contra los astures, mandándosela después a Isidoro.

Para el historiador francés Jacques Fontaine, esos acontecimientos, en una época plena de supercherías, produjeron alarma en la población. Sisebuto se acababa de coronar en febrero de ese año. Quizás le preocupó ver nervios entre los que le rodeaban. Eran tiempos fáciles para el cambio de reyes por la vía rápida. La lista de los monarcas godos no contempla muchos reinados largos...

¿Fue ese estado de ánimo el que hizo escribir un texto que acallara los temores? Quizás sí, pero personalmente creo que la verdadera razón fue sólo la de explicar los eclipses, en sí mismos. Fue aquella una época de un cierto renacimiento de la ciencia grecolatina, con un rey y una corte medianamente ilustrados, que gustaban de la lectura de estas obras en sus, no demasiadas, horas de paz. De ello habla el mismo Sisebuto al inicio de su poema, donde no se observan miedos latentes a revueltas sociales.

Aún en el caso de que hubiera habido cierta inquietud, dudamos que los asustados llegaran nunca a leer ni el tratado de Isidoro ni el de Sisebuto, ni que lo que en ellos se expresa fuera comprensible para una población generalmente analfabeta. ¿Cuántos posibles alarmados se pudieron calmar entonces con unos textos como los que mencionamos? ¿Cuántos se calmarán o pondrán nerviosos ahora con los libros sobre el cambio climático?

Alfonso López Borgoñoz

(publicado en la sección "Pretérito imperfecto" de la revista mensual Tecnociencia 11, marzo 2007, basado en un texto anterior del mismo autor sobre la misma obra)

04 febrero, 2007

LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS EN LOS CONFLICTOS ARMADOS

Por Alfonso López Borgoñoz y Patricia Masip, publicado en ICEV, Revista d'Estudis de la Violència nº 1 gener - març 2007 (Dipòsit legal nº B-7387-2007, pdf en )

Novedades 2009:

RESUMEN
Con las nuevas armas, ligeras y fáciles de disparar, resulta más fácil armar a menores de 18 años, y se necesita menos adiestramiento. En todo el mundo, sólo en la última década, más de un millón de niños y niñas han sido alistados o bien en fuerzas armadas gubernamentales, o en grupos paramilitares, o en milicias civiles o en una amplia variedad de grupos armados no estatales en más de 30 países. En la actualidad, en cualquier momento dado, más de 300.000 niños combaten activamente como soldados.

Reclutados voluntariamente o secuestrados (cosa que sucede con frecuencia para obligarlos a unirse a los ejércitos), muchos de estos menores, algunos de ellos de ni tan siquiera diez años de edad, han presenciado o han participado en actos de una violencia inimaginable, en muchos casos contra sus propias familias o comunidades. Expuestos a los peligros más graves y a los sufrimientos más atroces, tanto físicos como psicológicos, resulta fácil manipularlos y alentarlos a cometer actos terribles, que con frecuencia ni siquiera son capaces de comprender. En el caso de las niñas, se espera que, además de combatir, proporcionen servicios sexuales a los combatientes.


“Quisiera darle un mensaje. Haga por favor todo
lo posible para explicar al mundo qué nos está
sucediendo a nosotros, los niños, para que otros
niños no tengan que pasar por esta violencia”
Niña de 15 años que escapó del Ejército de
Resistencia del Señor (Lord's Resistance Army) en Uganda(1).

Introducción

Cada vez hay más guerras pequeñas, olvidadas. A nadie parecen preocuparle en exceso cuándo ni por qué empiezan. Nadie hace gran cosa para que finalicen. Luchas enquistadas en territorios con problemáticas complejas, duran décadas y acaban con los medios de subsistencia o con las vidas de muchísimas personas que, frecuentemente, apenas llegan a saber qué es lo que pasa, ni por qué están combatiendo las diversas facciones. Guerras menores, en los que las que el derecho internacional, en el caso de ser conocido, es completamente olvidado.

En esos conflictos armados, llamados de baja intensidad (pese a que en su conjunto son los que más daños y muertos causan), la principal víctima es siempre la población civil (y, especialmente, sus colectivos más sensibles), la cual no es una mera víctima ‘colateral’, sino que su control y extorsión suele ser directamente un objetivo de las contiendas. Así lo reconocía el propio Consejo de Seguridad de la ONU en su resolución 1296/2000, en la que expresaba su “pesar por el hecho de que los civiles constituyen la gran mayoría de las víctimas en los conflictos armados y son cada vez con más frecuencia el blanco de los ataques de los combatientes y de los elementos armados”(2).

Estas guerras, a menudo, se mantienen gracias a una industria del armamento que actúa sin control y con impunidad(3) y por la ‘financiación’ que reciben indirectamente de empresas multinacionales(4) debido al control que ejercen las guerrillas sobre materias primas como los diamantes, el petróleo o el coltán(5).

Pero la población civil no sólo es objeto de la violencia o saqueo de los diferentes grupos armados. Además de ello, y además de haber sufrido el horror en sus propias carnes o en las de sus familiares, se obliga a muchos hombres y muchas mujeres a formar parte de estas tropas cuando a éstas les faltan soldados, lo cual es normal en el caso de guerras prolongadas. Frecuentemente, ni siquiera es necesario que se les obligue a alistarse, sino que se ven forzados a ello de forma ‘voluntaria’ cuando todas las demás alternativas para malvivir en su región se han tornado imposibles.

En todo caso, como los diferentes informes de Amnistía Internacional (AI) han venido explicando, además de las mujeres, las víctimas preferentes de esta situación son los y las menores de edad(6), que se ven colaborando con diversas responsabilidades en diferentes grupos armados muchas veces antes de haber cumplido los diez años de edad (e incluso, en ocasiones, a partir de los seis años(7)).

Con el tiempo, algunas de estas víctimas pasan a ser verdugos en la medida en que van ascendiendo y ejecutando con mayor o menor compromiso las instrucciones de sus mandos, para los que, como uno de los que firmamos este texto escribía hace poco, “curiosamente, su importancia radica en que carecen de ella. Importan porque no importan. Son necesarios porque no lo son. Su extremada vulnerabilidad surge de que parece ser que nadie cree en serio que tengan ningún derecho. Su muerte física o moral no parece relevante para sus superiores o para los gobiernos donde actúan. Pero, ¿y para el resto del mundo?”(8).

Los menores en los conflictos armados y la ONU

En 1994, la experta Graça Machel(8b) fue designada por el Secretario General de la ONU para escribir un informe sobre el impacto de los conflictos armados en los niños y en las niñas(9). El informe, publicado en 1996(10), fue un importante toque de atención que hizo que mucha gente empezara a interesarse de verdad por este problema global(11). En él, se trataban incluso los problemas psicosociales de la reintegración, los cuales nunca habían sido abordados hasta ese momento o se habían minimizado(12).

De hecho, poco después, la ONU nombró un representante especial para ocuparse de estos temas y a partir del año 1999 (pero obsérvese bien que no antes) han habido varias importantes resoluciones de este organismo internacional mediante las que se ha tratado de poner algún coto a esta tragedia(13):

  • Resolución 1261/1999: “Condena con firmeza” el secuestro y reclutamiento de niños/as en conflictos armados
  • Resolución 1314/2000: Instaba a los estados miembros a que firmaran y ratificaran el Protocolo.
  • Resolución 1379/2001: Pedía al Secretario General que “adjuntara a su informe una lista de las partes en conflicto armado que habían reclutado o utilizado menores soldado”.
  • Resolución 1460/2003: Instaba a la “preparación de un informe para establecer si las partes señaladas en el informe anterior habían logrado algún proceso en su obligación”
  • Resolución 1539/2004: Condenaba enérgicamente “el reclutamiento de niños soldados y la violación y otras formas de violencia sexual contra ellos, y recordó «la responsabilidad de los Estados de poner fin a la impunidad y enjuiciar a los responsables de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y otros crímenes perpetrados contra niños»”
  • Resolución 1612/2005: Que "condena enérgicamente" el reclutamiento y uso de niños y niñas y aprueba diversas medidas que incluyen el seguimiento y la elaboración de informes para acompañar de cerca estas situaciones y, eventualmente, adoptar medidas con respecto a los infractores de esta decisión.
En la actualidad, el trabajo que desarrolla la ONU en este campo se lleva a cabo principalmente mediante la Oficina de la Representante Especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, cargo que ahora ocupa Radhika Coomaraswamy(14).

También se ha creado en el 2005 en la ONU un grupo de trabajo sobre esta cuestión, cuya área de trabajo va más allá de la mera lucha contra el reclutamiento y militarización de los menores en todo el mundo. El grupo está compuesto por los quince miembros del Consejo de Seguridad y sus objetivos -que tratan conseguir mediante deliberaciones en reuniones a puerta cerrada- son el vigilar el cumplimiento de algunas partes de las resoluciones anteriores, examinar las informaciones que les lleguen, formular recomendaciones al Consejo de Seguridad sobre las posibles medidas para promover la protección de los menores afectados por un conflicto armado y efectuar peticiones a otros órganos de la ONU para que tomen medidas en apoyo de la aplicación de la resolución 1612/2005, que hemos visto antes(15).

Primordialmente, su mecanismo de supervisión y presentación de informes examina abusos como el asesinato o mutilación de niños, el reclutamiento o utilización de niños soldados, los ataques contra escuelas u hospitales, el sometimiento de menores a actos de violencia sexual, el secuestro de niños o niñas o la denegación a éstos del acceso a la ayuda humanitaria.

Como se puede ver, en el momento actual, afortunadamente, la problemática de los menores soldado (dentro del problema más general que trata de los niños y niñas en los conflictos armados) va ganando presencia en las preocupaciones de la ONU, así como de diversos organismos internacionales (gubernamentales o no) y de los estados.

La lucha internacional contra la impunidad y por la reinserción de menores

Incluso se han dado pasos significativos (aunque aún escasos) en la lucha contra la impunidad tanto al nivel de algunos países (como la República Democrática del Congo(16)), como internacional. Así, el Tribunal Especial para Sierra Leona (16b) y el Tribunal Penal Internacional han dictado órdenes de arresto contra personas acusadas de reclutar a niños y niñas(17). (Actualización: En el primero de los casos, ya hay condenas a finales de junio de 2007 para tres de ellos por esta razón).

Por otra parte, en este contexto de acción internacional, debe reseñarse que se han llevado a cabo importantes procesos de desarme, desmovilización y reintegración con ayuda internacional (no en la cantidad que hubiera sido suficiente) en países como la República Democrática del Congo, aunque no con los resultados que hubiera cabido esperar(18).

Se debe destacar en este tema también la lucha desde siempre de numerosas ONG en la erradicación de esta lacra y en la consecución de financiación para llevar a cabo procesos de desarme, desmovilización y reintegración (DDR) con garantías.

Los principios de la Ciudad del Cabo y la Coalición Internacional para Acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldado

Pero no sólo la ONU empezó a moverse desde mediados de los noventa, también hace una década, entre el 27 y el 30 de abril de 1997, se reunieron en la Ciudad del Cabo (Sudáfrica) los miembros del Grupo de Trabajo de organizaciones no gubernamentales para la Convención sobre los Derechos del Niño y el UNICEF, para elaborar una serie de estrategias que pudieran ayudar en la prevención del reclutamiento de menores, así como el de establecer unos principios que pudieran guiar la acción de los gobiernos implicados y no implicados en estas cuestiones.

Los resultados de ese esfuerzo son conocidos ahora como Principios de la Ciudad del Cabo(19) y en ellos hay diferentes recomendaciones a los gobiernos de los países afectados (y a los actores no gubernamentales que también participan en situaciones de conflicto armado) para que tomen las medidas adecuadas para poner fin a esta forma tan dura de violación de los derechos de la infancia como es el reclutamiento de niños y niñas y la participación de éstos en combates.

Entre otros principios, se estableció una edad mínima de 18 años para el reclutamiento militar, así como la obligación de desarmar y de desmovilizar a todos los menores que ya estuvieran enrolados y la necesidad de ayudas para que dichos menores pudieran volver a reintegrarse en la sociedad civil(19b).

Un año después, en el mes de mayo del año 1998, y ante la necesidad de impulsar estos principios, se formaba la Coalición Internacional para acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldado (Coalición Internacional) integrada por una serie de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, unidas por su interés central en la defensa de los derechos humanos en general o de los de los menores en particular(20). Su sede se estableció en Londres (Reino Unido).

En España, en el mes de febrero de 2003, se creó una rama de la misma, llamada Coalición Española para acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldado (Coalición Española) que está formada en la actualidad por Alboan, Amnistía Internacional, Entreculturas, Save the Children y el Servicio Jesuita de Refugiados(21).

Los objetivos de estas coaliciones, claramente explicitados en sus nombres, son los de detener el reclutamiento de menores en todo el mundo, así como la promoción de programas de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR); la presión constante en favor de una legislación internacional que sea respetada por los gobiernos así como por los grupos armados y la sensibilización de la opinión publica en general.

Definición de Menor Soldado. Normativa internacional(22)

Probablemente, la mejor definición de menor soldado en la actualidad es, precisamente, la surgida del encuentro que hemos visto en la Ciudad del Cabo en 1997. Según dichos principios: “Se entiende por niño o niña soldado a toda persona menor de 18 años que forme parte de cualquier fuerza o grupo armado, regular o irregular, con independencia de las labores que desempeñe; por ejemplo y sin que la enumeración sea taxativa, labores de cocinero, recadero, mensajero; y toda persona menor de 18 años que acompañe a esas fuerzas o grupos cuando ello no sea en condición de familiar. Se incluye también en esa categoría a las niñas a quienes se haya reclutado con fines sexuales o para obligarlas a casarse”.

Además de esta definición, y en la normativa internacional, tenemos que la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño de 1989, en su artículo 38.3, prohíbe el reclutamiento de personas que no hayan alcanzado los 15 años de edad.

En el año 1998, se dio un paso más. Así, el reclutamiento y participación de menores de 15 años en conflictos bélicos, tanto internacionales como no internacionales, fue tipificado como crimen de guerra en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. De hecho, como hemos visto antes, ya hay personas detenidas acusadas de haberlos utilizado. Así, allí se define como crímenes contra la humanidad: “reclutar o alistar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades” de un conflicto armado internacional y “reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o utilizarlos para participar activamente en hostilidades” de un conflicto armado no internacional.

El Protocolo facultativo de esta misma convención relativo a la participación de los niños y las niñas en los conflictos armados (2002)(23) prohibió la participación de menores durante las hostilidades entre bandos enemigos y establece un limite de edad en los 18 años para el reclutamiento obligatorio por parte de las fuerzas gubernamentales, aumentando hasta los 15 años la edad mínima para el reclutamiento voluntario(24). Así, según su articulo primero “Los estados parte adoptaran todas las medidas posibles para que ningún miembro de sus fuerzas armadas menor de 18 años participe directamente en hostilidades”. También prohíbe en su artículo cuarto todo reclutamiento de menores de 18 años por parte de los grupos armados no estatales (ni siquiera de forma voluntaria)(25).

Para poder tener los votos mínimos para aprobar el texto, no se prohibió tajantemente la participación indirecta (es decir, sin ir al frente de combate) en las hostilidades, tal como si se hace en los Principios de la Ciudad del Cabo. Este Protocolo ya había sido ratificado en el 2004 por 104 países(26) entre los que se cuentan algunos de los que tienen una mayor tasa de niños y niñas soldado, como la República Democrática del Congo(27), Uganda, Sri Lanka o Filipinas(28).

Por suerte, en la actualidad ya el consenso internacional para cifrar en 18 años la edad mínima para el reclutamiento obligatorio y para la obligación de impedir la participación activa de niños y niñas en tiempos de guerra está muy generalizado, aunque sigue sin ser respetado en muchos conflictos armados. No obstante dicho consenso, que se da ciertamente, el reclutamiento de menores sigue siendo una práctica habitual(29).

Lamentablemente, también continua vigente el hecho de que a partir de los 15 años se puede permitir el alistamiento voluntario en tropas gubernamentales, aunque en condiciones muy acotadas y sin poder entrar en situaciones directas de fuego.

Otro texto legislativo internacional que aborda este problema es el Convenio sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación, de la Organización Internacional del Trabajo, cuya vigencia empezó el 19 de noviembre de 2000(30), el cual obliga a los Estados Parte a “adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia” (artículo 1). Por ello, también se prohíbe el reclutamiento obligatorio de menores de 18 años para usarlos en conflictos armados, en la industria del sexo y en cualquier otro tipo de trabajo que “por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños” (artículo 3.d) —según su artículo 2, el término “niño” designa a toda persona menor de 18 años—. El artículo 3 establece que las peores formas de trabajo infantil incluyen “el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados”.

La Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, que entró en vigor el 29 de noviembre de 1999, prohíbe específicamente el reclutamiento y uso de personas menores de 18 años tanto en los conflictos de carácter internacional como en los de carácter nacional. Fue el primer tratado regional en materia de derechos humanos de los niños y de las niñas, y el primer que fijó en 18 años la edad mínima para todas las formas de su reclutamiento y participación en hostilidades en conflictos armados nacionales e internacionales. Su artículo 22.2 exige a los Estados Parte que “adopten todas las medidas necesarias para garantizar que ningún niño participará directamente en hostilidades y se abstengan en especial de reclutar a niños”. La RDC todavía no ha ratificado esta Carta(31), así como tampoco países como Burundi o Liberia.

Además de todo lo anterior, el reclutamiento y uso en los conflictos armados de personas menores de 15 años ya había sido reconocido como crimen de guerra por el derecho internacional humanitario desde 1977. El artículo 77.2 del Protocolo Adicional I y el artículo 4.3.c del Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra de 1949 prohíben el reclutamiento y uso de menores de 15 años en conflictos armados. Ambos instrumentos hacen hincapié en el derecho especial de los niños a que se les brinden cuidados, respeto y protección.

La Unión Europea (UE), por su parte, aprobó unas directrices el 8 de diciembre de 2003 para “influir sobre terceros países y agentes no estatales para poner en práctica las normas internacionales de derechos humanos […] y a tomar medidas eficaces para proteger a los niños y niñas de los efectos de los conflictos armados, poner fin a la utilización de niños y niñas en ejércitos y grupos armados y acabar con la impunidad”(32), que creemos que no ha quedado en gran cosa. Por no tener, incluso no se ha instituido ninguna figura que vele por que esas directrices se cumplan.

[Actualización: Otra fuente normativa de importancia, que afecta a las partes que lo firman, en el reconocimiento de la existencia de los menores soldado y de establecer sistema e ayudas a su desmovilización y reinserción están siendo en la actualidad los acuerdos de paz "hasta hace relativamente poco, ningún Acuerdo de Paz había reconocido siquiera la existencia de los niños y niñas soldados. Sólo a partir de los Acuerdos de Lomé, de Sierra Leona, 1999, se exigió que se tomara en cuenta de forma especial a la infancia involucrada en las fuerzas combatientes. Gracias a este reconocimiento expreso se han podido impartir programas de rehabilitación con los y las niñas ex–soldados"(32b).

Menores y conflictos armados

En muchos conflictos armados, años y años de guerra casi han agotado los adultos en edad de combatir que están disponibles, ya sea por muerte, desplazamiento a campos de refugiados o emigración. También algunas enfermedades (como el SIDA en África), han causado una enorme mortandad en amplias zonas entre la población adulta. En algunas áreas muy concretas, sólo quedan niños y niñas prácticamente(33), por lo que su uso está muy extendido, llegando a constituir el 40% de los recursos humanos con los que cuentan los bandos en lucha(34).

De todos modos, aunque hubiera adultos disponibles, la presión sobre los menores no cesaría, ya que éstos seguirían siendo extremadamente útiles en tiempo de guerra dado que no sólo combaten, sino que cocinan, acarrean agua, actúan como señuelos, mensajeros o espías, detectan o ponen minas y/o sirven como objetos sexuales de los adultos(35).

Además de lo anteriormente explicado, el tipo de armamento ligero que se usa en la actualidad, con un peso muy escaso en muchos casos, muy fácilmente transportable así como utilizable por personas aunque sean de corta edad, y sin que precisen un largo periodo de adiestramiento para su uso, ha facilitado el que la opción de recurrir a menores como soldados se haya simplificado.

Se calcula que actualmente hay unos 300.000 menores de 18 años participando activamente en conflictos armados en mas de 30 países. De ellos, el 70% han sido reclutados por grupos armados no gubernamentales y el 40% del total de menores soldado son niñas (unas 120.000)(36).

En la última década(37) más de un millón de niños y niñas han sufrido los abusos causados por ello en África (Angora, Burundi, Republica Democrática del Congo, Guinea, Liberia, Costa de Marfil, Ruanda, Somalia, Sudán y Uganda), Asia Central y Oriental (Afganistán, India, Indonesia, Myanmar, Nepal, Filipinas y Sri Lanka), Europa(38) (Rusia), Oriente Medio (Irak, Israel y Territorios Ocupados) y América (Colombia)(39).

En nueve países, que se tenga constancia, las fuerzas armadas gubernamentales continúan utilizando menores de 18 años en sus frentes de combate, aunque no sea participando activamente en los combates (Burundi, Costa de Marfil, Guinea, Liberia, Myanmar, Ruanda, Sudán, Uganda y EEUU(40)). Algunos gobiernos, como Colombia, Sudán, Somalia y Zimbabwe, no reclutan a niños y niñas directamente, pero apoyan a grupos paramilitares, milicias y grupos de defensa locales que los utilizan(41). Otros gobiernos que manifestaron su compromiso para acabar con la utilización de los menores siguen usándolos de manera informal para llevar a cabo tareas de inteligencia, como sucede frecuentemente en Israel y los Territorios Ocupados, Indonesia y en Nepal(42).

Pero no sólo eso, algunos menores de 18 años, tanto niños como niñas, también han participado según los informes, pese a su corta edad, en atentados suicidas con explosivos adheridos a sus cuerpos en Chechenia, en la Federación Rusa y en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados(43).

Para muchos gobiernos, esta situación ha hecho que por desconfianza hacia los menores se persiga con saña y de forma implacable a los que ellos consideran sospechosos de ser miembros de grupos políticos armados. Ese sería el caso de Israel y los Territorios Ocupados (donde algunos menores detenidos, según informaciones, han sido torturados para extraerles información), la República Democrática del Congo (donde algunos menores han sido condenados a muerte por diversas facciones armadas, en juicios sin las mínimas garantías), Burundi, Indonesia, Nepal (dónde los menores han sido asesinados durante operaciones de “limpieza social”) o en Chechenia o Rusia (dónde hay muchos menores han pasado a engrosar las largas listas de “desaparecidos”).

Si, a día de hoy, cuando esta situación está acreditada en más de 30 países(44), debiéramos hablar de zonas donde el panorama es especialmente crítico, seguramente deberíamos citar especialmente a Uganda, a la República Democrática del Congo, a Liberia (44b), a Costa de Marfil, a Myanmar, a Sri Lanka o a Colombia.

Reclutamiento

Las formas de acceso a las fuerzas armadas de los menores son diversas. La más normal es mediante el servicio militar obligatorio, cuyo límite legal para el enrolamiento voluntario muchas veces está por debajo de los 18 años, tal como hemos visto.

Pero, aunque exista dicho límite de edad para el servicio, la falta de la documentación adecuada en el caso de algunos jóvenes, como el certificado de nacimiento, que les permita acreditar de forma segura su edad, puede hacer que éstos se vean ‘militarizados’ pese a su voluntad y pese a las normas. La mera suposición de que el posible soldado es mayor de edad, hace que el mismo pueda ser obligado en ocasiones a ingresar en un cuerpo armado.

También se da frecuentemente el ingreso en filas de forma ‘voluntaria’. Hasta qué punto cabe considerar la elección de la vida militar por un menor como voluntaria, y hasta que punto es permisible dicha opción, especialmente cuando los motivos que inciden en dicha elección no son fruto de una formación de la voluntad completamente libre, es objeto de debate.

Es cierto que muchos menores entran contentos en el ejército, de forma deseada... Pero ¿se puede hablar de voluntariedad cuando los y las que se alistan (y sus familias) viven en la pobreza más absoluta? ¿Cuándo han sido adoctrinados desde su nacimiento para inmolarse por cualquier causa? ¿Cuándo sobre su decisión pesa de forma determinante el que viven solos o que sufren malos tratos continuos? ¿Cuándo viven sumergidos en un clima de violencia social o sienten en su interior deseos de vengarse de otras personas o grupos? ¿Cuándo ha habido una fuerte presión hacia esta salida ‘laboral’ por parte de los que les rodean, que los han educado para ello por el alto valor social dado al servicio militar, por ser un servicio a la patria o de defensa de una creencia religiosa o política, o por el prestigio de la familia...? ¿Cuándo son víctimas del miedo que les provoca a ellos o sus familias su indefensión si están fuera de las milicias armadas? ¿Cuándo la total desintegración de las estructuras de protección a la infancia (institucionales, sociales y familiares) lleva a la creencia de que es mejor para ellos y ellas el estar en un ejército (el que sea) que solos o solas? ¿Cuándo es casi inexistente ningún sistema socioeducativo (como sucede en la actualidad en la República Democrática del Congo, donde el acceso a las escuelas se ha visto reducido drásticamente en los últimos veinte años(45))?

El otro sistema frecuente de ingreso en fuerzas armadas por parte de menores está en las diversas formas de reclutamiento forzado que siguen existiendo y que suelen poner en práctica tanto las fuerzas armadas estatales, como las fuerzas paramilitares, los grupos armados de oposición, las milicias de todo tipo, los señores de la guerra o cualquier otro colectivo, ya sea mediante un sistema de cuotas, que obliga a que determinadas áreas bajo su control aporten un cierto contingente anual de nuevos y nuevas soldados -independientemente de su edad-; mediante el secuestro directo, tras un ataque a un poblado o centro urbano o, bien, mediante otros métodos de “persuasión” como puede ser el miedo a la venganza o saqueo por parte del grupo armado si una unidad familiar o comunidad no le aporta soldados o bien en la creencia que si no hay gente armada de la propia familia que les defienda, nadie lo hará.

Un viaje al infierno: El adiestramiento militar

De entrada, vale la pena señalar que tanto los niños como las niñas reclutados por cualquiera de los sistemas antes indicados son sometidos a menudo a un auténtico “lavado de cerebro” por parte de los dirigentes de las tropas en las que se ven alistados o alistadas (o por sus subalternos), en un proceso de despersonalización que suele empezar enseguida en los campos de entrenamiento a los que se suele enviar de forma rápida a los niños y niñas alistados por parte de sus reclutadores, fuera de su entorno familiar.

La instrucción militar se suele recibir junto a los adultos, y no siempre es fácil para los menores tener un acceso sencillo a sus familias durante este periodo (ni en ningún otro), ya que en sí el cortar los lazos de parentesco y, especialmente, con los de autoridad fuera del grupo militar es una de las bases del sometimiento del menor al régimen militar.

Como es ‘lógico’, durante su período de instrucción reciben el mismo trato violento que los adultos y, en algunos de estos campos de entrenamiento, abundan las muertes de menores debido a las deplorables condiciones de vida. Las novatadas y los salvajes ritos de iniciación, incluso por sus iguales en edad y circunstancias de ‘alistamiento’, son también una abundante fuente de malos tratos, que sólo finalizan en parte cuando se superan determinadas pruebas iniciáticas, generalmente basadas en demostrar la falta de sentimientos por parte de la víctima de los abusos hacia otras personas, llegándose a veces al asesinato(46).

Tras varias semanas de entrenamiento, generalmente no muchas, pueden ser utilizados para funciones logísticas, de mantenimiento o, directamente, en primera línea de fuego, como carne de cañón.

Consecuencias físicas y psicosociales para los menores

Los efectos en los niños y niñas de su participación en conflictos armados dependen de muchos factores, como pueden ser, entre otros, la duración de su alistamiento, las labores que han desempeñado durante los mismos, su implicación en los combates y el trato que han recibido por parte de sus superiores, iguales o contrarios.

La lista de problemas que se pueden llegar a causar física y mentalmente a los menores es enorme. Es por ello que es tan importante el contar con planes de DDR adecuados y bien dotados, que permitan reintegrar en las mejores condiciones a los menores en el mundo civil. Lamentablemente, por los comentarios que hemos podido escuchar por parte de algunas de las personas que los han tratado, el retorno a la situación de partida es imposible en numerosísimas ocasiones.

Entre los efectos físicos, que suelen ser los más obvios, está la muerte del menor, o las heridas o lesiones (que generalmente, si son de alguna gravedad, suelen estar mal curadas, dejando secuelas de por vida) y las mutilaciones. También, a causa de los golpes recibidos, abundan los daños cerebrales (reversibles o no).

En el aspecto intelectual, se han podido comprobar que los menores presentan graves déficits en el lenguaje, así como un cierto retraso en su desarrollo intelectual y motor. En cuanto al desarrollo sociocognitivo, se da frecuentemente lo que se conoce por algunos autores como un locus de control externo, que implica la creencia por el afectado de la incapacidad de poder ser un agente activo en las decisiones que afectan a su propia vida, en la suposición de que todo depende de otros. Se sienten irresponsables de sus propios actos. También suelen tener dificultad en la comprensión de los roles sociales, en la evaluación de lo que es una trasgresión y presentan en ocasiones distorsiones cognitivas(47).

En lo que se refiere al desarrollo emocional, muchos de los problemas tienen que ver con diversos tipos de trastornos del estrés postraumático(48). Se puede notar fácilmente en la mayoría de los menores que han podido ser estudiados una alteración en sus sentimientos de apego y autoestima, así como una dificultad en el reconocimiento y comprensión de las emociones de los otros. Suelen tener frecuentes trastornos afectivos y procesos de depresión. En su conducta social, suelen ser muy agresivos, presentando cierta hiperactividad, con un mayor riesgo de caer –por su inadaptación y desconocimiento de ciertos valores- en la delincuencia. También, en ocasiones, pueden descubrirse en ellos y ellas tendencias al aislamiento o conductas autodestructivas. Tienen una gran competitividad y presentan graves problemas en su reacción fuera de su grupo militar en concreto.

Por los abusos padecidos (con una sexualidad traumática la mayor parte de veces) suelen experimentar una gran pérdida de confianza, un fuerte sentimiento indefensión, una baja autoestima y/o sentimientos de culpa, padeciendo una clara estigmatización social que suele acabar en el consumo de drogas y en el caso de ellas, en la prostitución.

Otro frente en su contra, es el de las oportunidades perdidas, en cuanto a sistemas de encontrar sus propios medios para ganarse la vida con un oficio o estudios, debido a su educación deficiente o por las mutilaciones(49).

Pero aún queda un grave problema, muy difícil de resolver, que es el judicial y el de resarcimiento a sus víctimas. Las imágenes de turbas de muchachos y muchachas muy jóvenes, armados con kalashnikovs o machetes, imponiendo su ley a sangre y fuego en diversas ciudades africanas, y asesinando con crueldad a sus víctimas, han sido y son, por desgracia, una realidad.

¿Cuál debe ser la condena aplicable a estos menores, embrutecidos durante años en unas milicias en las que han sobrevivido gracias, precisamente, a haberse deshumanizado, a su crueldad?

Sin duda, por un lado, está el acabar con la impunidad, así como el derecho a la justicia de las víctimas (muy numerosas) y sus familias por los diferentes crímenes cometidos (algunos de ellos muy graves, como torturas, mutilaciones, violaciones, masacres, etc.). Por otro lado, los verdugos menores de edad, en la mayor parte de estos casos, no dejan de ser a su vez víctimas de toda la compleja problemática social de la que hemos venido hablando en este artículo.

Un caso especial y frecuente: las niñas soldado

Como ya hemos mencionado, de los 300.000 niños combatientes que existen aún hoy en día, se supone que un 40% son niñas(50). Al no contarse con estimaciones por sexos que estén bien documentadas, el resultado es que las niñas y su particular problemática pasa desapercibida.

Uno de los principales problemas al que se enfrentan estas niñas es a la invisibilidad, problema especialmente grave porque impide que se beneficien de los programas de desarme, desmovilización, rehabilitación y reinserción (DDR). La Declaración de Beijing reconocía los efectos que de forma especial afectaban a las niñas en los conflictos armados y la Plataforma de Acción incluía objetivos específicos para su protección y participación. Sin embargo no se le ha dado la atención específica que requiere.

Es importante dar a conocer que sí existen niñas soldados, que son reclutadas al igual que los niños soldados y que además de sufrir como éstos, tienen unos problemas específicos a los que hay que atender. Por ejemplo, suelen ser reclutadas por grupos armados más que por ejércitos gubernamentales, que lo hacen en menor medida.

Existe una cierta división del trabajo entre niños y niñas soldados de forma que son más las chicas que ejercen funciones de logística, servicios de cocina y funciones sexuales. Sin embargo, no es verdad que las chicas no estén en primera fila y no combatan con armas. Las niñas luchan en el frente, cocinan, limpian en los campamentos, espían, saquean, llevan a cabo misiones suicidas, hacen incursiones en campos minados como detectores humanos...

También ayudan a reclutar y secuestrar a otros niños a los que les esperaba el mismo destino, y en ocasiones se ven obligadas a ejecutar castigos contra los menores que intentan escapar, llegando a tener que asesinarlos. Pero entre las tareas más duras que tienen que realizar está la de servir de esclavas sexuales. Oponerse a veces supone castigos como ser azotada, en otros casos puede llegar a suponer la muerte por violación múltiple o actos de violencia por cuestionar la autoridad del mando que las quiere someter.

Además de tener que sufrir tal grado de violencia y humillación, quedan expuestas a contraer enfermedades de transmisión sexual, el SIDA y a quedar embarazadas. En algunos ejércitos, por ejemplo, se les obliga a ponerse una inyección contraceptiva todos los meses. A las consecuencias físicas y psíquicas que pueden sufrir estos cuerpos tan pequeños, se une el estigma de la pérdida de la virginidad que pueden provocar el rechazo por parte no sólo de su comunidad, sino de sus propias familias, lo que provoca que muchas de ellas, sin recursos y en la etapa de post-conflicto terminen en la prostitución.

La Coalición Española ha denunciado la existencia de niñas en grupos armados al menos en Colombia, Timor Oriental, Pakistán, Uganda, Filipinas, Sri Lanka, Sierra Leona, República Democrática del Congo y África Occidental.

Niñas, desmovilización y rehabilitación

Es fundamental en todo proceso de desmovilización y rehabilitación tener en cuenta el número real de niñas soldados y conocer bien la realidad que han vivido. Esto, hasta ahora no ha sido posible.

En un proceso de desmovilización los que no poseen armas no cuentan, por esta razón y debido a que no siempre se les emplea en el combate como hemos visto, muchas mujeres quedan al margen de los beneficios que ofrezcan los procesos de desarme y reintegración.

Algunas niñas son madres, otras han abortado voluntariamente o no. Ambas situaciones requieren un tratamiento especial para poder sacar adelante a su hijo y para poder recuperarse de secuelas que tanto los embarazos como los abortos a tan temprana edad y en condiciones tan extremas les hayan ocasionado. Muchos programas internacionales han fracasado por no contemplar necesidades muy específicas de las niñas.

El estigma que sigue acompañando a la violencia sexual y el temor a denunciarla impiden que algunas víctimas tengan acceso a los servicios médicos y de atención psicológica necesarios. Muchas niñas que han sido objeto de violación u otras formas de abuso sexual no lo denuncian porque se sienten demasiado intimidadas por ciertas actitudes culturales. Es frecuente que las peticiones de justicia despierten la hostilidad de sus familiares, de la comunidad y de la policía, con escasas esperanzas de éxito. Las que se atreven a hacerlo, con frecuencia se tienen que enfrentar a un sistema que ignora niega y a menudo tolera la violencia contra las mujeres y protege a sus autores, que se trate de agentes del Estado o particulares. La casi total impunidad que disfrutan los militares en muchos países hace que muchas mujeres desistan de iniciar actuaciones judiciales contra miembros de las fuerzas armadas.

La violencia de género adopta muchas formas de expresión. Algunas de las razones que explican la violencia contra la mujer en el contexto familiar y en contexto de conflicto armado, son las mismas.

La guerra no explica el que las mujeres sean invisibles, que la violación sea un estigma, que las mujeres sufran represalias de la comunidad si denuncian agresiones sexuales, que la violencia de género no sea reconocida como tal...

Durante las guerras las mujeres sí sufren formas extraordinarias de violencia pero en la base de éstas sigue estando el estatus que la mujer ocupa dentro de la familia, la comunidad y la sociedad.

Procesos de desarme, desmovilización y reintegración

Cuando termina un conflicto bélico, los niños soldados se quedan doblemente huérfanos: tras haber perdido a sus familias, pierden también su unidad militar y su ocupación como soldados. De ahí la importancia de los procesos de desarme, desmovilización y reintegración (DDR) para que una sociedad pueda transitar del conflicto a la paz y al desarrollo. Si no contiene un programa de DDR correctamente definido para proteger a los niños, la paz puede ser una amenaza para estos que corren el riesgo de ser reclutados nuevamente.

Es fundamental que los acuerdos de paz reconozcan la existencia de niños y niñas soldados y prevean las medidas necesarias para su desmovilización, rehabilitación y reinserción, sin embargo hasta hace poco se prestaba poca atención a las necesidades especiales de protección de los niños y niñas en este proceso.

Los DDR deben atender, al menos, los siguientes puntos: necesidades básicas, reunificación familiar, asesoría y atención psicológica, enseñanza y formación profesional y educación para la paz.

Por otro lado los DDR deben incluir a todos los vinculados con el conflicto, no únicamente a aquellos que portan un arma. Muchos no tienen acceso a estos programas porque en el momento de la desmovilización se han convertido en adultos. Las niñas también aquí ven como se las excluye, con la agravante de que muchas de ellas son rechazadas en su comunidad por la explotación sexual que pueden haber sufrido.
La comunidad internacional
Aún queda mucho camino por andar. La comunidad internacional debe concienciarse de la necesidad de garantizar una correcta financiación y aplicación de los programas de asistencia a los niños y niñas en los conflictos y programas de intervención urgente(51), sin necesidad de esperar a un acuerdo de paz, porque detrás de todo esto hay razones humanitarias, y no sólo políticas. También debe promover y facilitar el procesamiento de los reclutadores de menores por la Corte Penal Internacional.

Debe continuar haciéndose un llamamiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que asegure la aplicación efectiva en todo el mundo del Protocolo Facultativo, así como para que emprenda acciones urgentes y enérgicas para evitar el reclutamiento de niños y niñas por parte de cualquier tipo de tropa armada, en cualquier parte del mundo.

En cuanto a la Unión Europea debe nombrar ya un representante especial para la problemática de niños y niñas en conflictos armados, de forma que sus directrices sean efectivamente implantadas. También sería deseable que entre sus prioridades (y entre las del gobierno español) empiece a abrirse un hueco la rehabilitación y reinserción de niños soldados, destinando los fondos necesarios para poder desarrollar Programas de DDR, y presionando para que otros países también lo hagan.

Alfonso López Borgoñoz* y Patricia Masip García+,
Amnistía Internacional
*Miembro de la Comisión Internacional de la Sección Española de Amnistía Internacional y Coordinador del Programa de País Prioritario de Turquía de la Sección Española de Amnistía Internacionalpap.turquia@es.amnesty.org
Dirección Postal:
C/ Alfons XII 19-21, Principal 1ª
08006 – Barcelona
Tel: 932 093 536

+Vocal de Comunicación del Comité Ejecutivo de Amnistía Internacional Catalunya y Coordinadora del Equip de Dones de Amnistía Internacional Catalunyavcomunicacio@amnistiacatalunya,org
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NOTAS

  1. Web de Amnistía Internacional (AI, en adelante) sobre Menores Soldado http://web.amnesty.org/pages/childsoldiers-index-eng.
  2. Resolución 1296 - S/R/1296 (aprobada el 19 de abril de 2000), accesible en www.unicef.org/spanish/emerg/files/S-RES-1296_sp.pdf.
  3. Balas fabricadas en Grecia, China, Rusia y EEUU han sido encontradas en manos de grupos rebeldes en Ituri (este de la República Democrática del Congo (RDC, en adelante), sometido a un embargo de armas de la ONU (informe AI, Intermon e IANSA de 16-10-2006, accesible en http://www.es.amnesty.org/uploads/media/dossier_16_octubre_06.pdf). Esas balas se disparan con armas que, por fuerza, también se han saltado los embargos.
  4. Entre las recomendaciones relativas a la explotación ilícita de recursos naturales que hizo la ONU en el 2005 (Secretario General de la ONU, 2005), sólo se ‘ruega’ a éstas que vigilen las consecuencias para los derechos de los niños de sus actividades (aptdo. 164) y se dice que se habría de disponer de medidas coercitivas contra las empresas que no tienen en cuenta dichas consecuencias (aptdo. 165).
  5. Sobre diamantes en la RDC ver AI, 2002. Sobre petróleo en Nigeria ver AI, 2005ª. Sobre el coltán (que se conoce así mismo con el nombre de colombio-tantalio), es muy usado en baterías de móviles u ordenadores portátiles. El 80% de sus reservas mundiales se halla en las zonas orientales de la RDC, donde se dan los mayores conflictos (AI, 2003a). El control de recursos es muy importante para explicar la violencia en la zona oriental de la RDC (AI, 2006b).
  6. En la última década, unos dos millones de niños y niñas han muerto como consecuencia directa de conflictos armados. Seis millones han sido heridos o mutilados y unos veinte millones ha sufrido procesos de desplazamiento dentro o fuera de las fronteras de sus países (Harvey, 2003, pág. 6).
  7. Ver los casos en AI, 2006b.
  8. López Borgoñoz, 2006. (8b) Sobre Graça Machel: Graça Machel, investida doctor honoris causa en la UB el 23 de abril de 2008: «Estamos en el 2008 y todavía constatamos evidencias de discriminación de la mujer en todas las latitudes del planeta» «En el mundo, todavía hay 1.000 millones de personas que sobreviven con menos de un dólar al día, es decir, lo que cuesta un café en Barcelona.» Éste es uno de los mensajes del discurso de Graça Machel, presidenta del GAVI Fund Board, órgano que financia la Global Alliance for Vaccines and Immunisation (GAVI) y Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1998, que ha sido investida doctora honoris causa por la UB en un acto presidido por el rector en funciones Josep Samitier el 23 de abril a las 12 h en el Paraninfo del Edificio Histórico. Graça Machel, fundadora y presidenta de la Fundaçao para o Desenvolvimiento da Comunidade (FDC), es un referente mundial en la defensa de los derechos de los niños y las mujeres en el contexto internacional y ha sido apadrinada por el profesor del Departamento de Salud Pública de la UB, Pedro L. Alonso, jefe del Servicio de Medicina Tropical y Salud Internacional del Hospital Clínico de Barcelona y director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB). El acto ha contado con la presencia de SAR la Infanta Doña Cristina, directora del Área Social de la Fundación "la Caixa", primer socio privado español de GAVI Alliance en la lucha contra la mortalidad infantil en países de baja renta. Graça Machel (Mozambique, 1946) es reconocida en todo el mundo por su dedicación activa a la rehabilitación de niños afectados por conflictos bélicos, la capacitación de las mujeres africanas y la promoción de la alfabetización a escala mundial. En palabras del profesor Pedro L. Alonso, «estamos ante una de las mujeres más respetadas, carismáticas e influyentes no sólo de África, sino también del mundo -una auténtica voz global de reconocida autoridad moral. Los méritos de la Sra. Machel en el ámbito de la educación, la cultura y la acción social son numerosos. Pero con el reconocimiento de su figura, nuestra Universidad empieza hoy a rectificar un olvido, varios olvidos, demasiado prolongados. En primer lugar, el reconocimiento del papel de la mujer en el ámbito de la educación y la investigación. En segundo lugar, la universidad, como su propio nombre indica, no conoce fronteras. No fomenta lo que nos separa sino que construye sobre lo que nos une. Promueve el entendimiento entre las personas independientemente de su religión, raza, lengua u origen, porque todos somos parte de una única comunidad, la de la humanidad».«La Universidad de Barcelona -continúa Alonso- manifiesta su vocación universal porque siente como parte inseparable de su misión involucrarse en la comprensión y búsqueda de soluciones a los problemas globales, a los grandes retos de la humanidad: la paz, la educación, la cultura, la salud, el apoyo a los más desvalidos, la convicción de que a través de la ciencia y la tecnología podemos transformar la realidad de millones de personas que viven atrapadas en el círculo vicioso de la enfermedad y la pobreza.»«Serán las mujeres africanas las que saquen el continente adelante. Como alguna otra vez ha dicho ella misma. «el significado de mi vida desde que era joven ha sido luchar por la dignidad y la libertad de mi gente». Para ella, su gente son todos los desvalidos, especialmente los niños y las mujeres, estén donde estén en este mundo. No hay nada más africano y más universal que el activismo y la lucha de esta mujer, uno de los mejores exponentes de la grandeza de la condición humana, de su capacidad de transformación de realidades, de generación de esperanza de que un mundo mejor, libre y justo es posible», afirma el padrino de la ceremonia.Licenciada en Filología Germánica por la Universidad de Lisboa (Portugal), trabajó como maestra en su país, donde destacó como miembro activo del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO). Tras la independencia de Mozambique, Graça Machel ocupa el cargo de secretaria de Estado de Educación y Cultura durante 1983-89, periodo durante el cual la escolarización infantil en este país crece del 40% en 1975 a más del 90% de niños y 75% de niñas en 1989. Como presidenta de la Comisión de Estudios de las Naciones Unidas sobre el Impacto de los Conflictos Armados en la Infancia, presentó en 1996 un informe decisivo para modificar las políticas de los gobiernos y la perspectiva de la sociedad civil sobre la protección integral de la infancia en países en guerra. En 1998 fue nombrada delegada de UNICEF en la conferencia de Zimbabwe y presidenta de la Comisión Nacional de la UNESCO. «De todos los grupos sociales más vulnerables -dice Machel en el Paraninfo de la UB- los niños son, sin duda, los más vulnerables. Ellos no tienen voz. Sólo pueden esperar que alguien hable por ellos. La salud, la educación y, sobre todo, la infancia deben ser preservados. Y únicamente nosotros podemos hacerlo. La Universidad es la palestra ideal para irradiar este conocimiento hacia instituciones y personas con capacidad ejecutora.» «El coste de inmunización básica de un niño en África es de unos 15 dólares» continúa. «El esfuerzo económico y operativo necesario para conseguir que un niño reciba las vacunas esenciales es, sin duda, importante, pero el impacto es extraordinario en número de vidas salvadas y en el potencial ahorro posterior en el tratamiento de la enfermedad, que se calcula en centenares y hasta en miles de dólares por caso». Parafraseando las palabras del profesor Joseph Sitglitz, Premio Nobel de Economía 2001 y doctor honoris causa por la UB el 2002, «el desarrollo consiste en transformar sociedades para que todo individuo que las integra tenga la oportunidad de progresar».Graça Machel preside el Gavi Fund Board, órgano finanzador de la Global Alliance for Vaccines and Immunication (GAVI), una entidad internacional dedicada a facilitar el acceso a las vacunas a los niños de los países más pobres. También es fundadora y presidenta de la Fundaçao para o Desenvolvimiento da Comunidade (FDC), es la primera institución creada en Mozambique para contribuir al desarrollo, la democracia y la justicia social, erradicar la pobreza y potenciar a escala local las capacidades de las comunidades más desfavorecidas, reforzando especialmente el papel de las mujeres y los jóvenes a través de la educación y la formación. En el ámbito de la cooperación para la salud, Machel dice que «sólo nos falta imaginación e innovación, y actuar. La alianza global para la vacunación y la inmunización, GAVI, es un buen ejemplo de todo esto: se trata de una alianza público-privada, surgida en el 2000, y a la que todos los países pueden solicitar ayudas para complementar sus propios programas de vacunación. Otros dos puntos novedosos de la iniciativa de GAVI son, en primer lugar, la financiación de sus programas a través de bonos del Estado emitidos por gobiernos de los países donantes. En segundo lugar, la negociación con las empresas productoras de las vacunas, a partir de acuerdos de precios en función de compromisos de compra futuros, los conocidos compromisos avanzados de mercado».Como presidenta del patronato y fundadora de la Fundaçao para o Desenvolvimiento da Comunidade (FDC), «me siento orgullosa de haber promovido la educación universitaria de muchas mujeres jóvenes mozambiqueñas. Mozambique tiene en sus órganos uno de los porcentajes de paridad de género más elevados del mundo público. El país ya no está a la cola en ninguna clasificación, sino que en algún caso, como el del porcentaje de mujeres en órganos gubernamentales, con un 42 %, se sitúa en el grupo que va en cabeza».La salud y la formación son factores clave para luchar contra el círculo vicioso de enfermedad y pobreza en los países más necesitados. Para potenciar la investigación biomédica, la formación de profesionales y la asistencia sanitaria, la UB y el Hospital Clínico de Barcelona colaboran en la cooperación al desarrollo con los gobiernos español y mozambiqueño desde el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), dirigido por el profesor Pedro L. Alonso. Con el apoyo de Graça Machel, desde 2006 se ha potenciado una línea de acción para mejorar la salud de mujeres y adolescentes africanas con la colaboración de la Fundaçao para o Desenvolvimiento da Comunidade (FDC) y el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB), un centro de investigación en salud global promovido por la UB, el Hospital Clínico de Barcelona, el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y la Generalitat de Cataluña.Para Machel, el papel de la Universidad en la promoción del desarrollo social, cultural y económico de la sociedad es esencial. «Josep Maria Bricall, en la presentación del Plan Marco UB Horizón 2020 cita la promoción del desarrollo cultural y económico de la sociedad como una de las funciones que més recientemente la universidad tiene asignadas. No me equivoco al afirmar que la Universidad de Barcelona está llevando a cabo esta tarea, no sólo en relación con la sociedad catalana, española y europea, sino también en sociedades alejadas geográficamente, aunque cada vez más próximas en conocimiento como, por ejemplo, la mozambiqueña. La UB ha situado decididamente la cooperación al desarrollo como una de sus prioridades. La Universidad, construyendo puentes de relación con el continente africano con gestos como mi doctorado honorario -creo que soy la primera persona de origen africano que recibe esta distinción- o bien impulsando y desarrollando iniciativas tan extraordinarias como el Centro de Investigación en Salud de Manhiça en Mozambique, una sin paliativos por el fin de este aislamiento.»Para Graça Machel, «el CISM se ha constituido como centro de referencia local, regional y mundial en el campo de la investigación biomédica, y destacando sobre todo por el desarrollo de trabajos científicos de primer nivel para la obtención de mejores instrumentos preventivos y tratamientos farmacológicos contra la malaria. Otro impacto extraordinario de la actividad que se está llevando a cabo en el CISM, y consecuencia directa de la magistral gestión del Dr. Pedro Alonso, es la formación de científicos locales de primer nivel».«La investigación de mecanismos de colaboración generadores de nuevo conocimiento y de desarrollo sostenible no acaba en el ámbito científico y de formación. La Universidad de Barcelona vuelve a demostrar esta creatividad sin límites de la que es capaz y que nuestro mundo necesita: desde el pasado mes de febrero forma parte del Patronato de la Fundación Manhiça junto con el Gobierno de Mozambique y el de España. Se trata de una institución única en su género que dará solidez institucional y continuidad a las actividades de investigación y formación del Centro de Investigación de Manhiça.»En el capítulo de los derechos de la mujer en todo el mundo, Machel denuncia la necesidad de dar acceso a la mujer a los mismos derechos que al hombre. «Estamos en el 2008 y todavía constatamos evidencias de discriminación de la mujer en todas las latitudes del planeta y en muchos sectores de la sociedad. La formación de futuras mujeres líderes que puedan constituir ejemplos para las nuevas generaciones de chicas ayudará a generar un círculo vicioso que, generando el interés para la continuación de los estudios de las mujeres, aumente la predisposición de la sociedad en general por su educación y formación integral.»La trayectoria de Graça Machel ha sido reconocida a escala internacional con galardones tales como el African Prize for Leadership for the Sustainable End of Hunger (1992), la medalla Nansen por sus trabajos en defensa de los derechos humanos, especialmente de niños refugiados (1995); el Inter Press Service International Achievement Award por el trabajo con la infancia (1998), el Africare Distinguished Humanitarian Service Award y el North-South Prize del Consejo de Europa (1998). En 1998 compartió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional con Fatiha Boudiaf, Rigoberta Menchú, Fatana Ishaq Gailani, Somaly Man, Emma Bonino y Olayinka Koso-Thomas por la lucha en defensa de las mujeres.Antes de finalizar el discurso, Machel hacía una reflexión para acabar con la pobreza como un reto del futuro. «Colaboremos más; creemos redes de intercambio de conocimiento; formemos más y mejores científicos, intelectuales y técnicos sensibles a los problemas y retos del desarrollo global de la familia humana; aprendamos de la experiencia de Manhiça, hagámosla más grande, repliquémosla, y la malaria será historia en breve, y seguro que el SIDA también. Eduquemos a los niños y a las niñas! Promovamos políticas que permitan el acceso de la mujer a posiciones que por cualquier razón no han estado a su alcance. La humanidad ha alcanzado retos casi imposibles. Sólo tenemos que sumar esfuerzos para conseguir estos otros que ya sabemos que son posibles, y dejar el tema resuelto a las generaciones que vienen detrás nuestro.»Graça Machel ha tenido un papel protagonista en la creación de otros organismos implicados en la mejora de las condiciones de la mujer y los niños africanos. Como ejemplo, la Microbicides International Network, formada por mujeres eminentes de todo el mundo que promueven el desarrollo de nuevos instrumentos de lucha contra el SIDA; el African Foresight Group, en el que participan dirigentes africanos con el objetivo de capacitar a la mujer en la sociedad africana, o la Elders Network que agrupa personalidades con reconocida experiencia para contribuir a resolver los conflictos del mundo actual. También es miembro de los consejos directivos de organizaciones como la Fundación de las Naciones Unidas, para promover un mundo con más prosperidad, paz y justicia; el Forum of African Women Educationalists, creada en 1992 para promover la educación de niñas y mujeres en el África subsahariana; el African Leadership Forum, dirigido a mejorar las capacidades y competencias de los líderes africanos ante los retos del desarrollo; y el International Crisis Group, que trabaja en la prevención de conflictos y la mediación.Josep Samitier, rector en funciones de la UB, ha recordado parte del discurso de Graça Machel con las palabras «Un día como hoy inspira a las personas a profundizar su consciencia de ser social que se relaciona con su entorno. Un dia como hoy invita a las personas a la investigación de nuevos conocimientos. El resultado de todo esto es, seguramente, la mejora del mundo en que vivimos». Además, también ha destatado que Machel «es un ejemplo a seguir para toda la comunidad universitaria, por su trayectoria y por el compromiso que ha demostrado hacia los valores éticos más importantes y universales: la solidaridad, la defensa de los más desfavorecidos, especialmente los niños, y la lucha por la dignidad de las personas que viven en las peores circunstancias». Josep Samitier también ha recordado el compromiso social de entidades como las universidades con los retos de la educación, la investigación, la cooperación internacional, el progreso de la soicedad y la promoción del espíritu solidario y el esfuerzo por el respeto y la promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales. «Es preciso hacer todos los esfuerzos por seguir entendiendo la Declaración Universal de Derechos Humanos -ha añadido- como el ideal común a alcanzar por todos los pueblos y naciones, con el fin de que cada persona y cada institución, inspirándose constantemente en esta declaración, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto hacia estos derechos y libertades».En el marco de su estancia en Barcelona, Graça Machel también participará en el simposio científico Advancing Immunization in Developing Countries: New Horizons in Children's Health el día 24 de abril en el CosmoCaixa, de la Obra Social "la Caixa", organizado conjuntamente por GAVI, Obra Social de Fundación "la Caixa" y el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB).
  9. Resolución 48/157 de 20/12/1993 de la Asamblea General de la ONU.
  10. Machel, 1996.
  11. Harvey, 2003, pág. 13 y Fundación La Caixa, 2005.
  12. Barenbaum, Ruchkin y Schwab-Stone, 2004, pág. 2.
  13. Harvey, 2003, pág. 14-15.
  14. Su Web está en http://www.un.org/children/conflict/spanish/home6.html.
  15. Este Grupo de Trabajo de la ONU fue establecido en julio de 2005, de conformidad con la resolución 1612 (2005) del Consejo de Seguridad. Ver más información en http://www.un.org/children/conflict/spanish/workinggrouponca103.html.
  16. “El 17 de marzo de 2006 (...) el comandante de las FARDC Jean-Pierre Biyoyo, ex jefe del grupo armado Mudundu-40, fue condenado a muerte por un tribunal militar de Bukavu por la captura y detención ilegales de menores que ya habían abandonado las fuerzas armadas y que el encausado volvió a reclutar en abril de 2004. Posteriormente se redujo su pena a cinco años de prisión. La acusación se fundó en el artículo 67 del Código Penal de la RDC, que tipifica como delitos el secuestro, la aprehensión arbitraria y la detención ilegal. Se utilizaron estos cargos porque, pese a que el reclutamiento de personas menores de 18 años es ilegal en la RDC, no está tipificado específicamente como delito en los códigos penales existentes, por lo cual la fiscalía debe recurrir a otros cargos como el secuestro –en casos de reclutamiento forzoso– o la desobediencia a órdenes si desea entablar procesos por reclutamiento de menores. Si bien es cierto que la causa contra Biyoyo podría sentar un precedente importante, no es menos cierto que se trata del único procesamiento nacional por reclutamiento de menores, pese a la existencia de graves imputaciones contra muchos otros jefes de todas las fuerzas y grupos armados de la RDC” (AI, 2006b, pág. 17). Nota 16 B: Actualización: Como la de la nota 17, una noticia también muy importante es el de los primeros castigos internacionales por haber reclutado a menores soldado. Así, según se indica en la página web de noticias breves de la Coalición Española para Acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldados (http://www.menoressoldado.org/breves.html a 27 de julio de 2007): <Primeras condenas contra líderes rebeldes en Sierra Leona por reclutamiento forzoso de menores - 29 de junio de 2007. El Tribunal Especial para Sierra Leona, encargado de juzgar a los principales responsables de los crímenes cometidos durante la guerra civil de este país, emitió el pasado 20 de junio sus primeros veredictos condenando a tres líderes del Consejo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Los sentenciados Alex Tamba Brima, Brima Bazzy Kamara y Santigie Borbor Kanu formaban parte de la Junta Militar que derrocó al Gobierno de Sierra Leona en 1997 en un golpe de Estado y luego se alió con los rebeldes para controlar el país. Los tres ex dirigentes fueron declarados culpables de once cargos entre los que se encontraban terrorismo, exterminio, asesinato, violación, reclutamiento forzoso de menores, pillaje, esclavitud y ataques contra la dignidad humana. Según el comunicado dado por el Tribunal Especial para Sierra Leona, lo más destacable de esta sentencia es que es “la primera vez que un tribunal internacional decide sobre los cargos de reclutamiento forzoso de menores en fuerzas armadas". Además de los tres líderes del Consejo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias declarados culpables, el Tribunal que cuenta con pleno apoyo de la ONU, mantiene bajo proceso a nueve personas más. Se estima que alrededor de medio millón de personas fueron víctimas de los asesinatos, mutilaciones sistemáticas y otras atrocidades durante el conflicto en Sierra Leona>. (Nota 16 c) Charles Taylor, de nuevo en el banquillo de los acusados por los crímenes de guerra de Sierra Leona en enero de 2008. El ex presidente de Liberia afrontó cargos por secuestro, asesinato, mutilación y reclutamiento de niños soldados ante un Tribunal Especial de Naciones Unidas en enero de 2008. Los fiscales han retomado hoy el juicio, postergado durante seis meses, contra el ex presidente de Liberia, Charles Taylor, con imágenes de pobladores de Sierra Leona cuyas manos fueron cortadas por los rebeldes y con testimonios sobre el comercio de diamantes que financió una guerra sangrienta entre 1991 y 2002. Taylor, uno de los caudillos más temidos de África, afronta cargos por secuestro, asesinato mutilación y reclutamiento de niños soldados en un Tribunal Especial de Naciones Unidas.Taylor, de 59 años, es el primer ex jefe de Estado africano que se sienta en el banquillo de los acusados de un tribunal internacional, y se ha declarado inocente en todas las acusaciones. Durante la audiencia, lucía relajado dentro de su traje oscuro en el que resaltaban las joyas de oro que portaba. Sobre el ex presidente penden acusaciones de tratar de ganar el control de la riqueza mineral de Sierra Leona, particularmente sus minas de diamantes, y de buscar desestabilizar su gobierno al financiar a los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (FRU). "Esta es una importante prueba para la justicia internacional (...) Tendrá ramificaciones en todo el mundo", afirmó el fiscal Stephen Rappsobre sobre el juicio con el que se espera poner fin a décadas de impunidad en África.Más de 250.000 personas murieron en las guerras entre Liberia y Sierra Leona, y las imágenes de niños soldado drogados que mataban, secuestraban y saqueaban sacudieron al mundo. Hoy, los fiscales han mostrado escenas de un documental en el cual un minero de Sierra Leona describía como sus manos fueron cercenadas por los rebeldes de FRU, en medio de risas, y luego quemaron su casa, matando a su esposa y niños que estaban adentro.Los abogados defensores de Taylor no han refutado las atrocidades que ocurrieron en Sierra Leona, pero sí han cuestionado la participación de Taylor en ella, y se han preguntado si llevar a algunas víctimas al tribunal de La Haya para testificar tendría algún propósito más allá que ofrecer un impacto emocional.Los fiscales llamarán a 144 testigos, pero esperan que la mitad puedan enviar sus testimonios por escrito, lo que permitiría presentar su caso en ocho meses. El dictamen final se espera para finales de 2009, aunque si hay apelaciones podría llevar hasta 2010. (AGENCIAS - La Haya - El País -España-, 07/01/2008)
  17. “Un importante acontecimiento en el ámbito jurídico internacional ha sido la detención, el 17 de marzo de 2006, de Thomas Lubanga Dyilo, líder de un grupo armado de Ituri, Unión de Patriotas Congoleños (...), y su entrega ese mismo día a la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya. El 28 de agosto, Thomas Lubanga fue acusado formalmente de la comisión de crímenes de guerra en aplicación del art. 8 del Estatuto de Roma. Entre los cargos contra Lubanga estaban “alistar, reclutar y utilizar personas menores de 15 años para su participación activa en las hostilidades en la República Democrática del Congo”. Según información proporcionada a la prensa por la fiscal adjunta de la Corte Penal Internacional, “Lubanga [...] controló y ejecutó un plan deliberado para alistar y reclutar niños de forma sistemática y en gran número, incluidos niños menores de 15 años, incluso niños de apenas 10 años”. La vista de confirmación de cargos ha sido fijada para el 28 de septiembre de 2006. Thomas Lubanga es la primera persona detenida y entregada a la Corte Penal Internacional” (AI, 2006b, pág. 17). Lubanga, ahora, ya se encuentra en La Haya (Holanda), a la espera de juicio, habiéndose celebrado el pasado 9 de noviembre una audiencia de confirmación de los cargos que pesan contra él (Coalición Española, 2006f). Finalmente, la Corte Penal Internacional halló culpable a Thomas Lubanga de forzar a menores a luchar, según se hizo público el 14 de marzo de 2011.
  18. En el 2003 se aportaron 200 millones de dólares estadounidenses a un programa DDR, que no ha acabado con el problema y en el que las niñas apenas se han visto beneficiadas (AI, 2006b y 2006c), como después veremos.
  19. Principios de Ciudad del Cabo sobre la prevención del reclutamiento de niños en las fuerzas armadas y desmovilización y reintegración social de los niños soldados en África (Ciudad del Cabo, 27 al 30 de abril de 1997), accesible el 22 de noviembre de 2006 en http://www.unicef.org/spanish/emerg/index_childsoldiers.html. (19b) ACTUALIZACIÓN: Se han reunido en París bajo la organización de UNICEF 60 países de todo el mundo durante los días 5 y 6 de febrero de 2007 para tratar la problemática de los menosres soldado. Según se recogía literalmente en ElPaís.Com de 6 de febrero de 2007 "Casi 60 países de Europa, África, América y Asia se han comprometido a no ahorrar "ningún esfuerzo" para poner fin a la utilización y reclutamiento ilegal de niños y niñas por fuerzas y grupos armados en el mundo, al término de una conferencia internacional sobre el drama de los niños soldados. Los Compromisos de París, leídos por el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, han puesto punto y final a la reunión co-patrocinada por el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) para movilizar a la comunidad internacional sobre un problema que afecta hoy a más de 250.000 menores de 18 años, especialmente en Árica. Si bien los Compromisos de París presentados hoy, especie de guía de buenas prácticas para las ONG y otros implicados sobre el terreno a favor de los niños soldados y que actualiza los Principios del Cabo, elaborados hace 10 años en la ciudad sudafricana. Los nuevos Principios, los primeros que van acompañados del compromiso político de países, hacen hincapié en el caso de las muchachas, doblemente víctimas pues son explotadas sexualmente y, cuando recobran la libertad, ellas y los hijos que han alumbrado, fruto de violaciones, afrontan la exclusión en sus comunidades. Ese texto, que amplia la definición del niño soldado, insiste en la necesidad de financiación a largo plazo para los programas de reinserción y en dispositivos de prevención. En los Compromisos los países se comprometen a combatir la impunidad o inmunidad para los autores del reclutamiento o utilización ilegal de menores de 18 años en los conflictos, y exigen la liberación incondicional de los pequeños, sin que la persistencia de las hostilidades pueda ser utilizada como pretexto para eludirla. Los menores de 18 años detenidos por crímenes contra el derecho internacional deben ser vistos "primero como víctimas y no sólo como presuntos culpables", reza el texto, según el cual deben ser tratados "en un marco de justicia reparadora y reinserción social". Entre los países representados en París están casi todos los de la Unión Europea (incluida España) y otros donantes como Suiza o Japón, pero no Estados Unidos, según la lista facilitada en la conferencia. De Latinoamérica figuran Colombia, Haití y Perú. La utilización de menores por las guerrillas y los paramilitares en Colombia ha sido evocada en la reunión, así como el reclutamiento de menores por bandas delictivas en Haití. Más de media docena de países africanos donde se ha demostrado el uso masivo de niños soldados en conflictos armados suscriben los compromisos, así como varios de Asia donde también hay menores reclutados y utilizados ilegalmente por fuerzas o grupos armados."
  20. AI, Human Rights Watch, Federación Internacional ‘Terre des Hommes’, International Save the Children Alliance, Servicio Jesuita de Refugiados, the Quaker United Nations Office-Geneva y World Vision International. Mantiene unos vínculos activos con UNICEF y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Más información en http://www.child-soldiers.org/.
  21. Su dirección en Internet es http://www.menoressoldado.org/.
  22. Toda la legislación sobre el tema es accesible directamente en http://www.menoressoldado.org/documentos/legislacion. Otro excelente resumen de las leyes internacionales y los menores en conflictos armados es posible verlo en Harvey, 2003.
  23. Resolución de la Asamblea General de la ONU A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000, en vigor desde el 12 de febrero de 2002 (ver http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu2/6/protocolchild_sp.htm).
  24. Se permite el reclutamiento voluntario a menores de 18 años, con condiciones (así, las escuelas militares pueden admitir a menores de dicha edad) –Harvey, 2003, pág. 28-. El Informe Global 2004 (Coalición Española, 2004) contiene una errata al decir que son 16 años.
  25. El artículo 4 estipula: “Los grupos armados distintos de las fuerzas armadas de un Estado no deben en ninguna circunstancia reclutar o utilizar en hostilidades a menores de 18 años”. Ver también Harvey, 2003, págs. 28 y 29.
  26. Coalición Española, 2006c.
  27. Conviene señalar sobre este país que “desde el 12 de noviembre de 2004, el artículo 7 de la Ley de las Fuerzas Armadas de la RDC prohíbe expresamente el reclutamiento en las fuerzas armadas de toda persona menor de 18 años. El art. 184 de la Constitución de Transición adoptada el 1 de abril de 2003 prohíbe el reclutamiento de personas menores de 18 años o su utilización en hostilidades. Sin embargo, la nueva Constitución, promulgada en febrero de 2006, no fija ninguna edad mínima para el reclutamiento en las fuerzas armadas” (AI, 2006b, pág. 16).
  28. Coalición Española, 2006a.
  29. En la RDC “Todas las fuerzas beligerantes reclutaron y utilizaron sistemáticamente a niños y niñas hasta 2003, año en que el ex ejército gubernamental, las Fuerzas Armadas Congoleñas (...), puso fin de hecho al reclutamiento y uso de personas menores de 18 años. Pero los grupos y milicias armados siguieron dependiendo de los menores, que representaban una parte considerable de su fuerza militar” (AI, 2006, pág. 4).
  30. Ratificado por más de 150 países (Coalición Española, 2004 pág. 6).
  31. AI, 2006b, pág. 15.
  32. Nagler, 2006. (32b) Actualización: Circular Interna de la Sección Española de Amnistía Internacional 11/2007 de 26 de enero de 2007 (índice: A01107NIN.doc).
  33. Según el comunicado de prensa de AI, 2006b: “El conflicto que se desarrolla actualmente en la República Democrática del Congo ha dejado en ruinas a las comunidades del este del país, cuya población civil ha muerto o se ha desplazado. Se calcula que hasta el año 2006, 3,9 millones de congoleños han muerto como consecuencia del conflicto, y que unas 1.200 personas siguen muriendo cada día a causa de la violencia, de enfermedades prevenibles o de hambre.”
  34. AI, 2006b.
  35. No menos de 25.000 menores han sido secuestrados por el Ejército de Resistencia del Señor desde que empezó el conflicto en la zona norte de Uganda en 1986 (AI, 2005b). “La finalidad del secuestro era convertirlos en soldados, esclavos sexuales y porteadores. De ellos, 7.500 son niñas, de las cuales un millar han concebido hijos durante su cautividad. Un número desconocido ha muerto a manos de sus secuestradores” (AI, 2006a). “Las niñas luchan en el frente, cocinan, limpian en los campamentos, espían, saquean, llevan a cabo misiones suicidas, hacen incursiones en campos minados como detectores humanos. También ayudan a reclutar y secuestrar a otros niños a los que les esperaba el mismo destino, y en ocasiones se ven obligadas a ejecutar castigos contra los menores que intentan escapar, llegando a tener que asesinarlos. Además de esto, muchas niñas sirven como esclavas sexuales a los comandantes y sufren todo tipo de abusos sexuales” (Coalición Española, 2006b).
  36. Coalición Española, 2006a.
  37. Esta información sobre niños/as soldado se ha recopilado en mas de 20 países y territorios en los que se han desarrollado conflictos armados entre abril de 2001 y marzo de 2004 (Coalición Española, 2004).
  38. En Europa, hay también indicios, no claramente demostrados, de la colaboración de menores con algunos grupos armados en los últimos diez años, como pueden ser, entre otros, algunos grupos unionistas radicales de Irlanda del Norte (Secretario General de la ONU, 2005), lo cual podría violar los principios de la Ciudad de El Cabo de 1997 y una parte de la última normativa internacional.
  39. Coalición Española, 2004.
  40. Coalición Española, 2004. Reelaborado con informaciones posteriores.
  41. Secretario General de la ONU, 2005.
  42. A menos, hasta febrero de 2006, cuando se firmaron en dicho país unos acuerdos de paz entre el gobierno y la oposición armada (sin embargo, en una fecha tan reciente como el 30/09/2005, leíamos que el “Jefe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nepal, Ian Martin, ha instado a los Maoístas a que den fin de inmediato al reclutamiento forzoso de niños y niñas soldados en la región oriental y a que se respeten los derechos de los niños y niñas” (Coalición Española, 2005b). ACTUALIZACIÓN: Un reciente comunicado de 1 de febrero de 2007 de Human Rights Watch titulado Nepal: Maoists Should Release Child Soldiers (http://hrw.org/english/docs/2007/01/31/nepal15236.htm), indica claramente que en el estudio de esta organziación, también de 1 de feberro de 2007, titulado Children in the Ranks: The Maoists' Use of Child Soldiers in Nepal se ve como el problema persiste en Nepal y que no se han dado los pasos necesarios por parte de la guerrilla para acabar con esta situación.
  43. Coalición Española, 2004.
  44. Representante Especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, 2006. (44b) Ver nota 16 c.
  45. Según el comunicado de prensa de AI, 2006b, en la RDC “Actualmente, sólo el 29 por ciento de los menores (...) terminan la educación primaria, y se calcula que son 4,7 millones, los menores en edad de recibir educación primaria que están sin escolarizar. De éstos, 2,5 millones son niñas. Al menos 6 millones de adolescentes no reciben educación formal. Esta falta de oportunidades educativas contribuye mucho a la inseguridad económica y social de los menores congoleños, uno de los factores en los que subyacen el reclutamiento y el uso generalizado de menores en este país” y “el gasto estatal en educación ha descendido radicalmente en los últimos años y actualmente es, en términos reales, menos del 4 por ciento de lo que era en 1980. Al no existir un apoyo adecuado del gobierno, los colegios públicos dependen del pago directo de los padres para cubrir entre el 80 y el 90 por ciento de sus necesidades de financiación. Muchos hogares no pueden permitirse pagar esas cantidades. Muchos maestros (...) tienen que vivir con tan sólo 10 dólares estadounidenses mensuales”.
  1. Hay relatos estremecedores. Según algunas fuentes, el Frente Revolucionario Unido realizaba, en 1995, en Sierra Leona batidas en las aldeas para capturar niños e incorporarlos a sus filas, obligándolos a participar en la tortura y ejecución de sus propios familiares (Coalición Española, 2005a)
  2. Hay información sobre esta problemática en http://www.child-soldiers.org/resources/psychosocial -Revista 7 (noviembre 2006)-, donde se pueden encontrar los textos de Barenbaum, Ruchkin y Schwab-Stone, 2004 o Jareg, 2005, entre otros.
  3. Barenbaum, Ruchkin y Schwab-Stone, 2004, pág. 3.
  4. Coalición Española, 2005a.
  5. Coalición Española, 2006a.
  6. AI, 2006b.

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[El presente trabajo ha sido publicado originalmente en el número 1 de la Revista d´estudis de la Violència
es una revista electrónica de periodicidad TRIMESTRAL, editada por l´Institut d´Estudis de la Violència, destinada a publicar artículos científicos relativos al estudio de la violencia desde una óptica multidisciplinar, comprendiendo su análisis tanto cualitativo como cuantitativo (Depósoto Legal nº B-7387-2007)].