01 febrero, 2003

UNA AFICIÓN AL ALZA

Contemplamos desde esta revista, con una notable satisfacción, tanto la rápida mejoría de la capacidad de los astrónomos aficionados españoles como el aumento en la calidad de sus resultados, no sólo en lo que respecta a su número (cada vez más abundante), sino por la cifra cada vez mayor de equipos y observatorios destinados a la observación rigurosa, así como por el análisis y reducción precisa de los propios datos observacionales que ya son capaces de hacer en algunos casos.

Salvo pocas excepciones, el trabajo sistemático de muchos de ellos, en la década de los setenta o inicios de los ochenta, apenas tenía eco en la labor de los astrónomos profesionales, los cuales apenas solían hacer caso en España de los datos que les aportaban los estudiosos del cielo no sometidos a la disciplina científica de ninguna institución. En muchos casos, las dudas sobre los datos eran lógicas.

La situación empezó a variar en la segunda mitad de los ochenta, cuando diversos aficionados y asociaciones, con una buena dotación de medios, pero que además disponían de los conocimientos adecuados para sacarles su jugo, empezaron a despuntar en la difícil tarea de proporcionar datos precisos a los astrónomos —por lo general de una nueva generación—, como fruto de su concienzuda tarea de recorrer el cielo noche tras noche.

Desde entonces, y para bien, la situación ha ido mejorando, con nuevas colaboraciones, animando con ello a trabajar más en serio a muchos que antes no se atrevían a dedicarse de forma regular, ante la inutilidad aparente de su captación de datos. Así, podemos ver ahora como una gran cantidad de aficionados han sido capaces de obtener códigos de observatorio del Minor Planet Center gracias a la calidad de sus observaciones de cuerpos menores.

El problema que surge, sin embargo, en estos momentos, es el de la publicación de los resultados ya que, pese a la calidad de las observaciones, no hay revistas especializadas que les otorguen un espacio, a menos que los mismos vengan sistematizados por la colaboración de algún astrónomo profesional que parezca dar fe o les dé valor en el contexto general del mundo de la astronomía.

Evidentemente, no es la finalidad de Tribuna de Astronomía y Universo el dar cabida a estos trabajos especializados, de mera recopilación de datos, pero sin duda sí que creemos que nuestra revista está en condiciones de dar apoyo a la labor de los diferentes aficionados cuya calidad esté avalada por su práctica, publicando aquellos trabajos más generales que nos remitan, así como dando un espacio a los trabajos más generales que permitan dar buena cuenta de lo que se está haciendo y avanzando, desde una perspectiva amateur, en los diversos ámbitos de conocimiento de las ciencias del espacio.

(publicado en Tribuna de Astronomía y Universo, Febrero 2003)